Escuela 18 de Septiembre: innovación educativa y vinculación comunitaria como motor de fomento lector

La Escuela 18 de Septiembre ha adoptado un enfoque educativo innovador en los últimos años, centrándose en mejorar las habilidades de lectura y comprensión de sus estudiantes. Para ello, ha incorporado herramientas tecnológicas, programas de lectura interactivos y expresiones artísticas que motivan a los estudiantes a involucrarse activamente en el proceso lector.

Eduardo Calbucoy, profesor de Lengua y Literatura de la escuela, dijo que “nos dimos cuenta de que era fundamental acercar la lectura a los niños de una manera más interactiva y cercana a su realidad”. Estas herramientas digitales no sólo han facilitado el acceso a una mayor variedad de textos, sino que han hecho que la lectura se convierta en una actividad más atractiva para los estudiantes.

Añadió que uno de los desafíos que enfrentan es la vulnerabilidad. “Estamos doblando el 75% de alumnos vulnerables. Eso significa que hay un déficit cultural bastante importante que impide que los niños tengan ese apoyo en la familia. Por lo tanto, ese requerimiento tiene que ser abordado necesariamente en la escuela en todos los aspectos para que las habilidades se desarrollen en forma concreta y sostenida. Entonces, lo primero que hicimos fue integrar herramientas tecnológicas”.

La comunidad también ha jugado un papel clave en el éxito del fomento lector en la Escuela 18 de Septiembre. Las actividades culturales y los eventos organizados en conjunto con el barrio han reforzado el sentido de pertenencia de los estudiantes y han permitido que las familias se involucren en el proceso educativo.

Una de las iniciativas más innovadoras ha sido la implementación del programa Acciona, que une el arte con la educación, fortaleciendo las habilidades lectoras a través de la expresión teatral. Indira Jiménez, actriz que participa en el programa, ha trabajado junto a los estudiantes en talleres de teatro enfocados en mejorar la comprensión lectora.

Beatriz Muñoz Ovando, encargada del Cra (Centro de Recursos para el Aprendizaje) en una escuela de la región, señala que la principal herramienta de fomento lector es la animación lectora. Esta actividad consiste en que los estudiantes, desde prekínder hasta octavo básico, asisten a la biblioteca por 45 minutos para participar en sesiones donde se les presentan cuentos y autores, adaptados a su nivel y edad.

Paola Cerda Valenzuela, profesora de lenguaje de primer ciclo, explica que la jornada escolar comienza temprano, con sesiones de lectura diaria que incluyen la participación activa de los estudiantes. Desde la biblioteca de aula, los niños eligen libros de su interés y desarrollan su hábito lector a través de diversas estrategias como mini libros, cuentacuentos y lecturas domiciliarias, que culminan en exposiciones sobre los textos leídos.