¿Allanamiento?

Sorpresa, por decir lo menos, causó en el Palacio Montes la reciente irrupción de funcionarios de la Contraloría regional en el marco de una fiscalización (no investigación), llegando en modo “casi allanamiento”. Ni los escritorios de los municipales se salvaron de la acuciosa búsqueda de los astutines en acción. “Un poco más y se llevan los computadores”, comentó un asombrado testigo.

El trabajo del órgano contralor se da en el marco de evitar que el trabajo municipal se contamine con la campaña electoral.

Lo positivo, según se destacó por parte del ayuntamiento, es que el municipio salió limpio “de polvo y paja”. Nada irregular se encontró. Todo estaba en regla.