Grave deterioro de infraestructura escolar

• El informe del Slep, que evalúa diversos aspectos como cubiertas, radiadores, sistemas de agua potable y alcantarillado, iluminación,
  y otros, destaca la necesidad urgente de intervenciones para mejorar las condiciones de los recintos educacionales.

Escuela Dellamira Rebeca Aguilar, la Escuela Básica Rural Seno Obstrucción, Escuela de Concentración Fronteriza Dorotea, la Escuela Ignacio Carrera Pinto y el Liceo Gabriela Mistral son los establecimientos que presentan la mayor cantidad de deficiencias estructurales y requieren la intervención más urgente.

Un informe, elaborado por el Servicio Local de Educación Pública a comienzos de año, da cuenta de las serias deficiencias que comprometen tanto la seguridad como el adecuado funcionamiento de dichos recintos. El documento, que evaluó 33 instituciones en la capital regional y varios colegios en áreas rurales como Río Verde, Laguna Blanca, Natales, San Gregorio y Tierra del Fuego, proporciona un diagnóstico detallado del estado actual de las instalaciones, lo que permite priorizar intervenciones urgentes de reparación y mantenimiento.

El análisis estructural abarcó diversos aspectos fundamentales para el correcto funcionamiento de los establecimientos, tales como cubiertas, radiadores, sistemas de agua potable, alcantarillado, iluminación, enchufes, muros, ventanas, puertas, sistemas de circulación, calderas, artefactos sanitarios, pisos y cielos. La evaluación asignó una puntuación del 1 al 5 en cada ítem, donde 1 representa una condición “mala” y 5 “buena”. Las valoraciones permitieron identificar las áreas más críticas dentro de las instituciones, detectando patrones comunes de deterioro que demandan intervenciones urgentes.

Conclusiones del informe

Entre las principales conclusiones del informe, se destaca que los sistemas eléctricos y de alcantarillado en muchos de los edificios evaluados están en un estado de obsolescencia o presentan deficiencias que requieren atención inmediata. En cuanto a las estructuras, se observaron filtraciones recurrentes en las cubiertas, problemas de humedad en los muros, y ventanas y puertas que no cumplen con las normativas vigentes, lo que agrava las condiciones de confort térmico dentro de los recintos.

El estudio revela una considerable variabilidad en el estado de la infraestructura entre los diferentes establecimientos. Mientras algunos centros educativos se encuentran en condiciones aceptables, otros presentan un nivel de deterioro alarmante, lo que evidencia una falta de estandarización en el mantenimiento de las instalaciones.

Las observaciones de
los establecimientos

La Escuela Dellamira Rebeca Aguilar, con un puntaje promedio de 2.20, encabeza la lista de las instituciones con mayores deficiencias. Este colegio enfrenta problemas en su sistema de calefacción, que depende de estufas individuales, y presenta un deterioro generalizado en muros, ventanas y artefactos sanitarios. La situación es crítica en cuanto a la envolvente térmica del edificio, que es insuficiente para enfrentar las duras condiciones climáticas de la región.

La Escuela Básica Rural Seno Obstrucción, con un promedio de 2.21, también presenta incumplimientos normativos en áreas esenciales como la electricidad y el alcantarillado. Además, el edificio carece de una ruta accesible, lo que dificulta el acceso seguro al recinto. Las deficiencias en infraestructura son particularmente preocupantes en zonas rurales, donde las distancias y la falta de recursos dificultan las reparaciones y el mantenimiento preventivo.

La Escuela de Concentración Fronteriza Dorotea, que obtuvo un puntaje de 2.29. El establecimiento sufre filtraciones de aguas lluvias en su cubierta, mientras que los muros, puertas y ventanas están en un estado avanzado de deterioro. El sistema de calefacción carece de un mantenimiento adecuado, lo que afecta gravemente el confort térmico de los estudiantes y el personal educativo.

La Escuela Ignacio Carrera Pinto, que también promedió un 2.29 en la evaluación, carece de un sistema de calefacción, y las puertas no cumplen con las normativas de seguridad. El informe detalla desperfectos en la estructura del piso y otras áreas esenciales para el correcto funcionamiento del colegio.

El Liceo Gabriela Mistral, con un promedio de 2.36, enfrenta graves problemas en su sistema de calefacción, con calderas en mal estado y radiadores que no funcionan adecuadamente. Las filtraciones en la cubierta y los artefactos sanitarios en condiciones deficientes también agravan la situación del liceo, lo que requiere una intervención urgente.

Este diagnóstico exhaustivo pone en evidencia la necesidad de inversiones significativas para mejorar las condiciones de los establecimientos educacionales en la región.

Los problemas estructurales identificados no sólo comprometen la seguridad de los estudiantes y el personal, sino que también impiden el desarrollo de un entorno adecuado para la enseñanza y el aprendizaje. La situación es particularmente alarmante en las zonas rurales, donde la lejanía y las condiciones climáticas dificultan aún más las intervenciones. Las autoridades deberán priorizar proyectos de alto impacto que no sólo subsanen las deficiencias actuales, sino que también aseguren la sostenibilidad a largo plazo de los establecimientos educacionales en la Región de Magallanes.