Construyendo futuro: la importancia de elegir con sabiduría

El próximo fin de semana tendremos nuevamente elecciones en nuestro país, las que son especialmente relevantes a nivel local, ya que se eligen gobernadores, alcaldes y concejales. La ciudadanía vuelve a tener la decisión en sus manos, y la pregunta que fluye es ¿Cómo queremos vivir en los próximos 4 años? El Chile que votó hace cuatro años no es el mismo que acudirá a las urnas el próximo sábado y domingo, pues nuestra democracia enfrenta el desafío de sacar a nuestra región del estancamiento económico, la pérdida de competitividad, aumento de la delincuencia y del pesimismo imperante. Para eso Magallanes requiere autoridades capacitadas que realicen su labor con carácter y efectividad, y no al alero de proyectos ideológicos fracasados que prometieron cambios y resultados, pero que resultaron ser vacíos, corruptos o presas de su propia incompetencia.

Estas elecciones regionales y locales están matizadas por el regreso del voto obligatorio. Esto contribuirá a erradicar la falta de representación de las autoridades electas, pero para que tengamos una legitimidad democrática afianzada e incuestionable, es importante que tengamos autoridades elegidas por una mayoría absoluta de los votantes, y no simplemente por una mayoría relativa, como en el caso de los alcaldes, o por el 40% de los votos válidamente emitidos, como se exige para ser electo gobernador regional. Necesitamos que la mayoría del padrón se pronuncie y elija a sus representantes con una mayoría clara. Esta medida, y no las diversas reformas propuestas al sistema político, fortalecerá desde sus cimientos nuestra democracia.

Por ello, no da lo mismo a quién se elija el próximo fin de semana. Está en juego el futuro de nuestra región, así como el desarrollo industrial y estratégico de Magallanes en varios aspectos clave: el futuro de nuestra principal industria, la salmonicultura, que actualmente representa un 23% del Pib regional. Esta cifra podría incrementarse hasta el 70% si se recibe el apoyo del gobierno regional, eliminando los obstáculos que asfixian a la industria ante las presiones de una competencia extranjera desleal y visiones ideológicas equivocadas. Necesitamos reglas claras y la posibilidad de optar a concesiones que favorezcan un desarrollo armónico.

Por otra parte, se encuentra nuestra segunda industria regional, el turismo, que requiere urgentemente de una estrategia de desarrollo clara. La apertura de nuevos puntos turísticos, como el camino a cabo Froward, permitiría resaltar el inicio del continente americano, entre otras oportunidades. También promover con más interés y decisión estratégica el destino Tierra del Fuego, donde han surgido rutas turísticas binacionales que necesitan más decisión del Estado.

Un factor adicional en juego es la estrategia antártica de Magallanes, que debe pasar de ser un tema superficial a uno real y práctico que promueva la ocupación y el desarrollo del territorio. No basta con anuncios aislados o fotos en portadas de diarios de nuestras autoridades en el continente blanco si no se sostienen en un diseño geopolítico que comprenda los riesgos y rivalidades por las que atraviesa nuestra Antártica, donde el respeto por el derecho internacional se ha fracturado y surgen más necesidades de alimentos o energía. 

Por todo lo anterior, el futuro de Magallanes está en juego en las próximas elecciones. Es crucial abandonar políticas ideológicas que destruyen nuestro futuro en favor de visiones que promuevan el progreso, tal como lo hicieron nuestros antepasados, con libertad, pasión, trabajo arduo y sacrificio.

Elegir sabiamente es crucial. El sábado y domingo próximos, Magallanes tiene la oportunidad de delinear su futuro, la responsabilidad de decidir recae en cada uno de nosotros. La dirección que tomemos dependerá de las decisiones que hagamos ahora. Por eso, no da lo mismo por quién votar.

¡¡¡VIVA MAGALLANES!!!