Apoyo a agricultores
El invierno de este año ha dejado una huella profunda en la agricultura de Magallanes. Heladas severas y prolongadas hasta septiembre han devastado las cosechas, poniendo en riesgo la subsistencia de muchos agricultores. Pero, en medio de esta adversidad, surgió una respuesta concreta.
El trabajo conjunto de Indap e Inia Kampenaike ha sido fundamental en este proceso. La realización de un catastro ha permitido identificar a los 101 agricultores afectados, creando un mapa de la necesidad y la urgencia que enfrentan. Este esfuerzo no sólo demuestra un compromiso institucional, sino también una profunda empatía hacia aquellos que dependen de la tierra para su sustento.
La entrega de semillas de papas adaptadas a las condiciones climáticas de Magallanes es un acto que trasciende la simple donación. Se trata de proporcionar una herramienta esencial para la recuperación. Estas semillas, seleccionadas por su resistencia y adaptabilidad, ofrecen la posibilidad de reconstruir lo que se ha perdido y de mirar hacia el futuro con un poco más de optimismo.
La agricultura es más que una actividad económica; es una forma de vida, un legado cultural y un vínculo con la tierra. Al apoyar a estos agricultores, estamos invirtiendo en la resiliencia de la comunidad y en la sostenibilidad de nuestra alimentación. Las pequeñas acciones, como la entrega de semillas, pueden generar un impacto significativo, transformando la desolación en una nueva oportunidad para cultivar.
Indap ha mantenido, por casi una década y gracias al apoyo del gobierno regional, líneas de asistencias en diversos frentes para el campesinado familiar, buscando entregar herramientas para el desarrollo de la agricultura en Magallanes: invernaderos, depósitos para almacenar agua, construcción de pozos, capacitaciones técnicas, entrega de insumos han sido parte de todo lo que se ha invertido para fomentar que nuestra región avance hacia el autoabastecimiento de frutas y verduras.
Es imperativo que siga el apoyo a nuestros agricultores no sólo en tiempos de crisis, sino también en la planificación a largo plazo. Invertir en investigación y desarrollo agrícola, fomentar la diversificación de cultivos y garantizar el acceso a tecnologías adecuadas son pasos esenciales para construir un futuro más seguro y próspero.