Ex defensor en juicio
“Fumar es un placer, genial, sensual. Fumando espero a la que tanto quiero”, dice el tango, que bien le calza al ex defensor penal público Rigoberto Marín, que esta semana hizo su aparición en tribunales para enfrentar el juicio que se lleva en su contra. La Fiscalía lo acusa de cobrar a los usuarios muchos “piticlines” por ejercer una defensa que por su condición de pública debía ser gratuita.
Pero en fin. Los jueces serán en definitiva los que este lunes hablen a través del veredicto.
En el intertanto, y en cada receso, a Marín se le vio salir al exterior del Centro de Justicia a “fumarse un puchito”. Incluso el viernes se retiró cargando varias maletas. La incógnita de algunos era si llevaba el material de su defensa o enseres personales.