Votos nulos y blancos arrasaron con la primera mayoría en elección de consejeros y concejales
- “Yo creo que estamos en presencia de un verdadero voto de castigo, que
se expresa de esta manera”, planteó el cientista político Manuel Rodríguez.
Considerando que las primeras mayorías en el Consejo Regional de Magallanes y el Concejo Municipal de Punta Arenas se alcanzaron con 4.487 y 4.456 sufragios respectivamente, bien se podría colegir que los votos nulos y blancos “arrasaron”.
En la elección de concejales de Punta Arenas los nulos llegaron a 16.276 y los blancos a 12.020, sumando 28.296.
Le siguió el proceso de consejeros regionales, donde los nulos sumaron 16.246 y los blancos 11.589, arrojando un total de 27.835.
En la elección de gobernador regional nulos y blancos llegaron a los 18.080, con 10.801 y 7.279 respectivamente.
En la votación de alcalde de Punta Arenas disminuyeron considerablemente los nulos y blancos. Según cifras del Servicio Electoral se contabilizaron 7.147 y 4.579 respectivamente. O sea, 11.726.
Esto va muy de la mano con la altísima votación que consiguió Claudio Radonich Jiménez, una de las diez mayorías nacionales. Con el 100 por ciento de las mesas escrutadas fue reelecto con 51.641 votos (63,05%).
La interpretación es que la gente tenía muy claro por quien votar y que la papeleta llevaba sólo tres nombres.
Algo parecido a lo ocurrido en Puerto Natales, donde triunfó holgadamente la independiente Ana Mayorga Bahamonde, entre sólo cuatro candidatos. Y los nulos y blancos fueron 1.134 y 623 respectivamente. Totalizando 1.757 votos.
A diferencia de lo ocurrido con los aspirantes al Consejo Regional de la provincia de Magallanes, donde los electores se encontraron con un “sabaniento” voto de 54 nombres. El desconocimiento de los postulantes podría explicar la gran dispersión de sufragios.
La altísima cantidad de votos nulos y blancos se dice que siempre es multifactorial, asociada generalmente a la desinformación y desinterés de la gente por votar. Por lo mismo es que este proceso tuvo carácter de obligatorio.
Análisis
El cientista político, Manuel Rodríguez, señaló a La Prensa Austral que si bien los votos nulos y blancos técnicamente tienen características distintas, ambos representan un mismo fenómeno: el descrédito de los partidos y de la actividad política en general.
“Yo creo que estamos en presencia de un verdadero voto de castigo, que se expresa de esta manera”. A su juicio “existe un volumen del electorado que no se interesa en la actividad política. La mira con un ojo bien crítico y la opinión de la gente es negativa frente a los políticos, en general”.
Es este descontento, malestar y hartazgo, el que se manifiesta en los votos nulos y blancos.
Además Rodríguez suma otro fenómeno: la falta de educación cívica. “Los ciudadanos en general se desvinculan y desconocen lo que hacen los políticos. Lo que facilita el discurso antipolítico que propician algunos sectores de la sociedad chilena, según el cual la causa de todos los males serían los políticos”.