Cambio climático en Magallanes
En la reciente cuenta pública de la gobernadora regional (s) sobre cambio climático, se abordó de manera contundente uno de los desafíos más apremiantes de nuestro tiempo.
Magallanes, una región conocida por su belleza natural y ecosistemas frágiles, no es ajena a las consecuencias de un fenómeno global que, según se ha evidenciado, está transformando nuestra realidad climática.
La presentación ante el Consejo Regional reveló un panorama preocupante: el aumento de la temperatura media y la variabilidad en las precipitaciones. Estas alteraciones climáticas no son meras estadísticas; son advertencias de que nuestro entorno está cambiando y que, si no tomamos medidas decisivas, enfrentaremos consecuencias severas.
El cambio climático, resultado en gran parte de actividades humanas, está alterando la composición de nuestra atmósfera, lo que se traduce en un incremento de fenómenos climáticos extremos. En Magallanes, esto se ha manifestado de manera particularmente alarmante: los glaciares, que son pilares de nuestro ecosistema, están en retroceso, y las comunidades locales se ven cada vez más expuestas a riesgos climáticos.
La gobernadora (s) y el profesional que entregó información estadística destacaron que la región está moviéndose en dos dimensiones clave: la implementación de instrumentos de gestión y el desarrollo de inversiones. Esta es una respuesta necesaria ante la urgencia del cambio climático. La diversificación y descarbonización de nuestra matriz energética son pasos cruciales que no sólo contribuyen a mitigar el cambio climático, sino que también fomentan un desarrollo sostenible y resiliente.
Entre los planes y herramientas mencionadas, la promoción de energías renovables y la eficiencia energética se perfilan como fundamentales. La inversión en infraestructura resiliente y la educación ambiental son igualmente esenciales para preparar a nuestra población ante los desafíos futuros.
Sin embargo, la lucha contra el cambio climático no puede ser una responsabilidad única del gobierno. Es esencial que todos los sectores de la sociedad, incluidos el sector privado, las comunidades locales y los ciudadanos, se unan en este esfuerzo. La sensibilización y el compromiso de cada uno son fundamentales para construir una cultura de sostenibilidad.