¿La Salud agoniza?
La crisis sanitaria en Chile ya no es un asunto meramente anecdótico, sino una realidad palpable que golpea tanto a pacientes como a profesionales de la salud. La reciente declaración del Colegio Médico, que advierte que “la salud agoniza”, refleja la gravedad de una situación que, lejos de mejorar, parece empeorar con el paso de los días. En este contexto, la falta de recursos, la escasez de insumos y la sobrecarga de los hospitales parecen ser las constantes que definen un sistema que, cada vez más, está colapsando bajo el peso de su propia ineficiencia y falta de inversión.
A nivel nacional, la situación es alarmante. La falta de financiamiento, que ya ha obligado a diversas instituciones de salud a adelantar el término de sus presupuestos, está generando consecuencias directas sobre la atención a los pacientes. El cierre de pabellones, la escasez de materiales y la cancelación de procedimientos quirúrgicos son sólo algunas de las manifestaciones más visibles de una crisis que, en muchos casos, ya está afectando de manera irreversible a quienes necesitan atención urgente.
Este fenómeno no es nuevo, pero la sensación de que la salud pública chilena está “agonizando” refleja una realidad más sombría, donde las soluciones temporales y las promesas incumplidas parecen haber colapsado. La falta de recursos afecta tanto a las infraestructuras como al capital humano, que se ve obligado a trabajar bajo condiciones extremas, con jornadas agotadoras y una carga emocional que, en muchos casos, supera los límites soportables.
A nivel regional, la preocupación del Colegio Médico también es creciente. Se informó que el Hospital Clínico enfrenta una deuda de más de 2.500 millones de pesos. Esta cifra revela la profunda fragilidad de esta institución. Las deudas, las demoras en los pagos y la insuficiencia de recursos pone en peligro la operatividad del centro.
Si no se actúa con urgencia, los costos humanos, sociales y económicos de esta crisis podrían ser incalculables. La salud no puede seguir agonizando; necesita ser rescatada antes de que sea demasiado tarde.