Carta abierta al Presidente Boric de los vecinos de Pampa Redonda
Hace ya años que los vecinos de Pampa Redonda enfrentan una de las situaciones más críticas que pueden vivir los habitantes de un país: la falta de condiciones mínimas de salubridad. En una carta enviada al Presidente Gabriel Boric, expusieron con desesperación la grave problemática que los afecta a diario. El clamor es el reflejo de una lucha que se ve frustrada una y otra vez por la desidia de las autoridades locales y nacionales.
El problema central que denuncia la comunidad de Pampa Redonda es la falta de alcantarillado y el deficiente funcionamiento del sistema de fosas sépticas, el cual no cumple con los estándares básicos de higiene ni de seguridad. Esta situación no sólo pone en riesgo la salud de los habitantes, sino que también refleja la falta de atención estatal a una necesidad básica: la infraestructura sanitaria.
Vivir en condiciones de insalubridad es una vulneración de derechos humanos, y es un escándalo que, a pesar del paso del tiempo, no ha sido abordado de forma efectiva por las autoridades competentes, ni por la empresa Aguas Magallanes, encargada de los servicios sanitarios en la región.
Es cierto que, en los últimos años, se ha hablado de soluciones a esta problemática. El diseño de un proyecto de alcantarillado y la urbanización del sector comenzó este año, pero los plazos que se manejan son largos y, en un contexto de creciente urgencia, insuficientes. Esto significa que los vecinos de Pampa Redonda deben seguir soportando las condiciones de insalubridad y el riesgo sanitario a pesar de que los efectos de este problema son inmediatos y evidentes.
La situación no es nueva. Han pasado varios años desde que los vecinos de Pampa Redonda comenzaron a alzar la voz para exigir soluciones, pero la respuesta ha sido escasa o, en muchos casos, nula. La promesa de mejoras, las promesas de inversión, han quedado en el aire, mientras las familias siguen viviendo en condiciones de vulnerabilidad. El aislamiento geográfico de este sector y su carácter rural no pueden ser excusas para desentenderse de un problema que afecta directamente a la salud y la calidad de vida de sus habitantes.
La carta enviada al Presidente Boric pide que, al menos, los apoye haciendo que se cambie la calificación del sector de “zona de riesgo sanitario” a “emergencia sanitaria”, lo cual aseguraría recursos inmediatos para resolver estos problemas.
El gobierno debe priorizar la resolución de este conflicto, que no sólo implica una inversión en infraestructura, sino también un compromiso con la justicia social y la equidad. Las soluciones no pueden esperar tres años más.