“Si no fuera por el centro, mi vida sería mucho más difícil”

Fue diagnosticado con Parkinson hace varios años. Desde entonces, su vida se convirtió en un proceso constante de adaptación y superación, batalla a diario para mantener su independencia. “Esta enfermedad te va quitando cosas poco a poco, pero no tiene por qué quitarte la esperanza de seguir viviendo”, cuenta. Hugo a sus 74 años enfrenta la pérdida progresiva de sus habilidades motoras. 

Él es uno de tantos pacientes de Parkinson que se atienden en el Centro de Rehabilitación Cruz del Sur. “Cuando uno llega aquí, no sólo encuentra una sala de terapias; encuentra a personas que entienden tu lucha, que te motivan a seguir adelante”, comparte.

A través de sesiones de fisioterapia, ejercicios específicos y terapias ocupacionales, logró mejorar su movilidad y ganar fuerza. Los profesionales no sólo ofrecen tratamiento médico, sino que también construyen relaciones de confianza con cada usuario, brindando apoyo y ánimo. Hugo valora especialmente el compromiso de los terapeutas y especialistas que lo atienden. “A veces llego desanimado, pero siempre hay una palabra de aliento o un gesto de apoyo. Eso hace una gran diferencia en mi vida y me recuerda que vale la pena esforzarse”, comenta.

El Parkinson es una enfermedad compleja que no sólo afecta la movilidad, sino también la salud emocional y social de quienes la padecen. “En el centro, uno se da cuenta de que no está solo, que hay otros que entienden lo de uno”, afirma.  Además, en este recinto Hugo aprendió a aceptar y convivir con su enfermedad, la cual al principio era vista de forma lapidaria, hoy la percibe como una etapa de la vida. 

“Si no fuera por el centro, mi vida sería mucho más difícil. Gracias a ellos, puedo seguir viviendo con dignidad y eso es invaluable”, sentencia.

Organización del Parkinson 

Al enfrentar la pérdida progresiva de sus habilidades motoras, comprendió la importancia de contar con un apoyo especializado y, con el tiempo, sintió el llamado a ayudar a otros en situaciones similares. Fue así como, junto a un grupo de usuarios del recinto, formaron una organización de Parkinson que busca promover el acceso a tratamientos adecuados y crear redes de apoyo para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas.

Como dirigente, Hugo trabaja en conjunto con otros miembros de la organización para incentivar el apoyo a estos servicios en la comunidad. Desde su  posición, busca generar instancias de diálogo con autoridades para asegurar que el financiamiento y los recursos destinados a los centros de rehabilitación permitan mejorar su infraestructura y ampliar sus programas. El está convencido de que estos espacios son fundamentales para que las personas puedan enfrentar sus enfermedades con dignidad, apoyo y optimismo.