Jornadas por la Rehabilitación: la unión de toda una comunidad

Las Jornadas por la Rehabilitación en Magallanes son, sin duda, la expresión más poderosa de solidaridad en nuestra región. Con una historia que une a generaciones de magallánicos en torno a un propósito común, esta campaña anual ha permitido mantener operativos tres centros de rehabilitación en Punta Arenas, Porvenir y Puerto Natales, donde se atiende no sólo a habitantes de la región, sino también a familias de otras zonas del país. Este esfuerzo colectivo simboliza la unión de una comunidad comprometida con el bienestar de sus miembros más vulnerables.

El año pasado, se alcanzó una recaudación histórica de $1.120 millones, un logro que refleja la generosidad de una región que, a pesar de los desafíos económicos y sociales, sigue priorizando el apoyo a quienes más lo necesitan. Los recursos obtenidos financian la operación de estos centros y, con ello, aseguran tanto tratamientos oportunos y efectivos como el mantenimiento y expansión de infraestructura clave para la rehabilitación física y emocional de miles de personas.

Entre los avances recientes, destaca la aprobación del proyecto para construir un centro de rehabilitación en Puerto Williams, una necesidad muy postergada que, finalmente, se encuentra en proceso de licitación. Esta iniciativa, a la que tomó siete años superar las barreras burocráticas, representa un acto de justicia territorial y una promesa de equidad en el acceso a servicios de salud para quienes viven en uno de los rincones más aislados del país.

Sin embargo, no podemos conformarnos con los logros alcanzados. Es fundamental continuar exigiendo mayor eficiencia por parte de las autoridades para evitar que proyectos tan urgentes enfrenten demoras injustificadas. La burocracia no puede ser un obstáculo para el acceso a derechos fundamentales como la salud y la rehabilitación.

En la madrugada de este domingo, una vez más, quedó claro el compromiso magallánico con esta causa, que no sólo cambia vidas, sino que fortalece el espíritu comunitario que debe seguir caracterizando a Magallanes. En esta versión se recaudaron 1.221 millones de pesos.