Emotiva jornada vivieron familias en Día Mundial del Prematuro celebrado en Hospital
El Hospital Clínico de Magallanes vivió una jornada cargada de emociones en el marco del Día Mundial del Prematuro, donde la Unidad de Neonatología realizó dos actividades especiales que resaltaron el compromiso del equipo de salud y la importancia del vínculo familiar en el cuidado de los pequeños prematuros.
Durante la tarde de ayer se llevó a cabo una visita guiada dirigida a exprematuros, jóvenes y niños que alguna vez estuvieron hospitalizados en la unidad. Desde prematuros de 20 años hasta bebés de pocos meses, acompañados de sus familias, regresaron para conocer el lugar donde comenzaron sus primeras batallas por la vida. Lorena Galindo, matrona supervisora de la Unidad de Neonatología, expresó: “Fue un reencuentro muy especial. Ellos pudieron por fin conocer el espacio donde nacieron y lucharon por su vida. Fue emocionante tanto para ellos como para nuestro equipo y las familias que nos acompañaron”.
Simultáneamente, se realizó una visita especial para las familias de los pequeños guerreros que actualmente se encuentran internados en la unidad. Este encuentro permitió a los padres acompañar a sus hijos en un ambiente cálido, lo que fortaleció los lazos familiares y llenó de esperanza cada rincón del hospital.
Erika Hernández y Luis Saieh, padres de Isabela y Amparo, quienes nacieron prematuras a las 28 semanas, compartieron su experiencia durante la actividad: “La Isabela y la Amparo llegaron de 28 semanas y el proceso fue duro pero a la vez lindo, porque las matronas acá y el matrón te dan una contención que es de otro mundo. Te cuidan a tus bebés como si fueran propios. Entonces, uno se va a la casa con pena, pero a la vez feliz porque sabes que acá van a estar bien”.
Por su parte, Carolina Bahamonde, madre de Arlete, relató cómo fue su experiencia: “Ella nació de 35 semanas pesando 2 kilos 315 gramos, pero al cuarto día tuvo que ingresar a Neonatología por apneas al comer y dormir. Estuvo aquí tres semanas. Nos ayudaron mucho con la lactancia y todo lo necesario, porque uno igual se asusta. Gracias a Dios todo salió bien y estuvimos muy bien recibidos por el equipo de Neo”.
Ambas actividades fueron una muestra clara de la misión de la Unidad de Neonatología: brindar una atención de excelencia técnica acompañada de un trato humano que marca la diferencia en la vida de los prematuros y sus familias, quienes encuentran en este espacio no sólo un lugar de cuidado, sino también de esperanza y apoyo.