“El regreso del rey, declive y resurgimiento de Elvis Presley”: ¡Sacúdete en tu cripta!

Por Guillermo Muñoz Mieres, 

periodista

Estados Unidos, 2024

Director: Jason Hehir

En Netflix

En solo dos años, la figura y vida de Elvis Presley ha sido protagonista de dos largometrajes, “Elvis” dirigida por el australiano Baz Luhrmann y que relata de forma casi paranoica su ascenso a la fama, pero sobre todo la  relación con su manager, el coronel Parker; y “Priscilla” (2023) dirigida por Sofía Coppola, donde  si bien la protagonista era el personaje de  la joven mujer enclaustrada en la mansión de Graceland que se convertiría en su esposa al cumplir la mayoría de edad, es la presencia intermitente de Elvis la que justifica el relato y de paso susurra más sombras que luces sobre el ídolo en su intimidad. Y el año 2023 se estrenó por streaming “Reinventando a Elvis:el regreso del 68” un documental que narra la presentación de Elvis Presley en el especial de la NBC en diciembre de 1968 y que marcaba el punto de quiebre del artista tras una ausencia de años en los escenarios y que se volvería un clásico no sólo por ser uno de los programas más históricos en cuanto a telaudiencia, sino también porque imprimiría esa imagen de rockstar vestido en cuero negro, algo engominado, una chasquilla estilo Superman cuando deja de ser Clark Kent y esa boca torcida como burlándose del destino.

Sobre ese mismo hito vuelve ahora el documental estrenado por Netflix “El regreso del Rey: Declive y resurgimiento de Elvis Presley” un título algo pretencioso, casi de tesis, que evoca al último episodio de la saga de “El Señor de los Anillos” (2001), proponiendo que fue en ese momento cuando el cantante, tras  interrumpir su carrera musical por el servicio militar, las películas de Hollywood y una subordinación total a las directrices del coronel Parker, logra retomar su camino al éxito, demostrar quién era en realidad y dejar en claro que tarde o temprano se convertiría en leyenda.

Entonces el documental y la grabación de ese programa se transforma en la excusa para volver a lo que ya se sabe, su infancia de pobreza, la conexión con la música afroamericana, las primeras presentaciones, el éxito temprano y el miedo a ser olvidado. Y aquí las imágenes se entrelazan con testimonios de algunos conocidos de su entorno como su viuda Priscilla Presley, su amigo Jerry  Schilling, la cantante Darlene Love y de quienes lo admiran, como el cantante Bruce Springteen, el líder de The Smashing Pumpkins, Billy Corgan, una fan que estuvo en aquella noche  y sospechosamente el realizador Baz Luhrmann que tras filmar el “biopic” sobre Elvis debe ser ya considerado un hombre que sabe demasiado.

Todo esto ocurre casi en la primera hora del documental donde si bien se dicen cosas que ya se saben, algunas afirmaciones son interesantes como cuando Frank Sinatra lo presenta como ya “uno de los nuestros”; la ausencia de peligro si los padres ya no se preocupan por las reacciones de sus hijas; su incursión en Hollywood donde mientras más películas hacía, menos plata costaba filmarlas; o su encuentro inicial con Los Beatles a quienes admiraban porque además de cantar eran compositores de sus temas.

Todas justifican en algo la espera para llegar al momento anunciado que es la grabación de aquel especial que sería su punto de no retorno y donde está lo más interesante del documental por las imágenes del ensayo, los errores y las tomas que se vuelven a hacer una y otra vez que muestran al Elvis más humano, cercano e inseguro que la edición de las imágenes a veces no permite apreciar, pero también al artista espontáneo y talentoso que a estas alturas ya no tiene nada que perder porque su obra ya está impresa en la historia.

“El regreso del Rey: Declive y resurgimiento de Elvis Presley” es un documental que se mantiene fiel a la estética que ha impuesto Netflix, algo convencional, conservador y un poco por cumplir con lo justo y necesario. Su intención parece ser afirmar que Elvis si bien la hizo, la pudo hacer antes, pero el entorno y los tiempos no estaban para esos arrojos.

No obstante, sobre su tesis y propuesta de relato, hay siempre algo que a este y todos los documentales, digan lo que digan, los hará inevitablemente trascender en el tiempo: El valor inagotable de sus imágenes.