Obstáculos administrativos vs. oportunidades de inversión
En la edición dominical de El Magallanes, se recogió el reclamo del director del proyecto Generación Sustentable Tierra del Fuego, que propone la construcción de un parque eólico offshore en bahía Inútil con una inversión sin precedentes de 20 mil millones de dólares. En la entrevista, pone en evidencia una problemática recurrente en Chile: la lentitud y las trabas administrativas que asfixian iniciativas de gran envergadura.
Tal como se plantea este proyecto puede ser no sólo una gran oportunidad única para diversificar la matriz energética del país y consolidar a Magallanes como líder en energías renovables, sino que también representa una inversión histórica con un impacto potencial en el desarrollo económico y social de la región.
Con el respaldo de la Oficina de Grandes Proyectos del Ministerio de Economía, esta iniciativa encabeza la cartera de proyectos estratégicos, incluso por encima de HNH Energy, cuyo proyecto de amoniaco verde se calcula en 11 mil millones de dólares. Sin embargo, las denuncias sobre negligencias y obstáculos provenientes del Departamento de Concesiones Marítimas plantean serias interrogantes sobre la capacidad del Estado para facilitar la concreción de proyectos que podrían cambiar el rostro energético y económico de Chile.
El retraso administrativo no es un simple inconveniente; es un factor que desincentiva a los inversores, retrasa el desarrollo tecnológico y, en última instancia, limita la competitividad del país en un mercado global cada vez más enfocado en la transición energética. En un contexto donde el mundo avanza rápidamente hacia fuentes de energía limpias, el tiempo perdido por trámites innecesarios se traduce en oportunidades perdidas frente a otros países que ya han entendido la urgencia de este cambio.
La instalación de un parque eólico off-
shore en bahía Inútil tiene el potencial de posicionar a Tierra del Fuego como un centro neurálgico de innovación energética, además de generar empleos, promover la investigación científica y tecnológica, y reforzar el compromiso de Chile con la descarbonización. Sin embargo, todo esto se encuentra en riesgo si los procesos administrativos no se alínean con la magnitud de los desafíos y oportunidades que plantea este tipo de proyectos.
Es fundamental que el Estado, a través de todas sus instituciones, actúe como un facilitador y no como un obstáculo. Las concesiones marítimas son esenciales para la viabilidad del parque eólico, y cualquier negligencia en su tramitación equivale a sabotear el desarrollo de un proyecto estratégico para el país.
Magallanes tiene la oportunidad de liderar una nueva era energética, pero esto requiere un compromiso decidido de las autoridades para eliminar las barreras burocráticas y garantizar que los proyectos avanzan con la agilidad que demanda el momento histórico.