Argentino imputado en último megacontrabando entrega su testimonio y asegura su inocencia
A altas horas de la noche terminaba la audiencia de control de detención respecto de los imputados del último gran contrabando y asociación ilícita desbaratado en la Región de Magallanes. Eran más de 40 mil cajetillas de cigarrillos y una veintena de detenidos asociados a la causa. Hasta la fecha se mantiene reservada, sin embargo, uno de los imputados se acercó a El Magallanes para relatar su versión, ya que asegura haberse visto involucrado en la causa a pesar de no tener relación alguna con este procedimiento. En los siguientes párrafos, plasmamos su historia.
El operativo que terminó con la formalización de una banda por contrabando, asociación ilícita y lavado de activos ocurrió el pasado 18 de octubre, luego de que un chofer argentino cruzara la avanzada fronteriza San Sebastián, en la provincia de Tierra del Fuego, sin declarar más de 70 cajas con cigarrillos, lo que se tradujo finalmente en la incautación de 3.500 cartones de cigarrillos. Un día antes, el protagonista de esta historia, Luis Almada, se subía a este camión como acompañante, quien conocía al conductor por otras circunstancias y asegura no saber “que hacía estas pavadas”.
“El 17 de octubre salí de Ushuaia con este camionero. Es conocido mío, pero yo no sabía que hacía estas pavadas. Le hice dedo, le pedí que me tirara hacia el norte nada más. Yo me dedico a comprar y vender autos, vengo a Ushuaia a comprar un auto y lo mando para allá, y él me lo trae a veces”, comienza narrando Almada.
El camionero que lo embarcó padece de un cáncer, motivo que llevó a que su medida cautelar no implicara un arraigo regional, logrando que él volviera a su país de origen mientras se realiza la investigación de la causa, a modo de poder continuar con su tratamiento médico. También por su enfermedad es que Luis quiso acompañarlo, ir hablando con él y cebar mates. No esperaba jamás encontrarse en medio de una operación de contrabando horas más tarde y que lo dejaría separado de su hogar, a miles de kilómetros, y sin una red de apoyo por más de un mes.
“Cruzó en la barcaza y se puso a hacer la maniobra esa, había un camión atravesado ahí. Se paró al lado y habían tres o cuatro tipos y una chica. Yo estaba mirando toda la secuencia, empezaron a bajar y tirar bolsas negras. Yo tengo 51 años y estoy operado de la columna, no puedo hacer esas cosas. Así que se pusieron a cargar, las descargaban del grande y las tiraban a un camión más pequeño. Eran 74 cajas de cigarrillos. Cuando estaban tirando los cigarrillos, a mitad de la carga, apareció la policía”, afirma Almada.
Justo antes de la llegada de los detectives, había otra persona que se mantenía mirando un celular, con el objetivo de advertir cualquier movimiento sorpresivo a la operación que mantenían en curso. Para sorpresa de Luis, todos ellos habían quedado en juntarse en Punta Delgada, donde traspasarían los cigarrillos de un camión a otro
El estaba parado al lado del camión cuando llegaron los efectivos policiales y los tiraron al suelo. “Pensaban que yo era el camionero, él estaba escondido bajo la lona y no salía. Me dejaron en medio quilombo. Me decían, “dame la plata”. Yo tenía cinco mil trescientos dólares y $1.300.000 que había llevado para comprar el auto. Y bueno, me la sacaron”.
Calvario en Punta Arenas
Almada entregó todo sin poner resistencia, ya que como no estaba implicado en el caso de contrabando, pensó que esto se aclararía rápidamente y recuperaría también su dinero. “No es poca plata, son como ocho mil dólares”, decía sobre el total que portaba para comprar el auto en Ushuaia y que luego vendería en el norte de Argentina.
Sin embargo, a más de un mes de ocurrida su detención y formalización de cargos, producto de la medida cautelar de prohibición de abandonar el territorio nacional, no ha podido regresar a casa, en la ciudad de Santa Rosa, capital de la provincia de La Pampa, donde reside con su mujer. “A mi mujer la operaron, está convaleciente. Tengo a mi hijo estudiando en Córdoba, estudia medicina. A él no le puedo decir nada, porque este problema le va a afectar y está con los exámenes finales, no lo puedo perjudicar”.
Su situación personal lo ha tenido desamparado, buscando respuestas en la Fiscalía, en la Defensoría Penal Pública y agotando instancias para poder esclarecer su caso, aunque hasta el momento, no ha tenido mayores resultados. Durante este tiempo, ha tenido que buscar constantes lugares donde quedarse, conseguir ropa y comida, ya que quedó sin nada en la ciudad de Punta Arenas, posterior a la audiencia de control de detención.
“Yo estoy acá clavado y no tengo nada que ver con el asunto. Espero que se pueda aclarar y solucionarme el tema, es lo único que estoy pidiendo”, sostiene Almada. Hasta el día de ayer, no han tomado declaraciones al conductor, de apellido Figueiro, diligencia que considera clave para poder esclarecer el asunto.
“Cómo voy a estar seis meses acá si no tengo nada que ver. Yo estoy dispuesto a que me investiguen, si soy inocente. Puedo venir a firmar, no tengo ningún problema, pero esto es excesivo, es una cosa muy seria”, relata Almada.
La causa está siendo investigada desde el año pasado y la Policía de Investigaciones ha podido establecer que la banda logró realizar 9 operaciones entre agosto de 2023 y el 19 de octubre pasado. Luis espera que se analicen dichos antecedentes, para corroborar que no tiene participación en el caso.