Cantante Keko Yunge: “Este país está enfermo”
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El artista detrás de éxitos musicales noventeros como “Estoy pensando en ti” o “Inolvidable” concedió una entrevista a El Magallanes, en dónde más que un repaso por su trayectoria musical hizo un análisis de la sociedad chilena, la cual desde hace ocho años observa desde el extranjero.
Marcos Sepúlveda Loyola
Considera que su hogar es el planeta Tierra, para él Chile es una mera habitación de una gran casa que el mundo, en la cual hay muchas habitaciones por descubrir. Intentó muchas veces salir de Chile, pero lo fue postergando por razones familiar, personales, etc.
En 2017 se alinearon los astros, vendió todo y se fue a vivir a Estados Unidos con su hija por razones de estudio. Decidió un minuto ser nómada. Viajar con una maleta y moverse. Hoteles, casas de gente, Airbnb, botes de amigos se transformaron en su nuevo hogar. De Norteamérica comenzó sus andanzas por el mundo que lo llevaron en menos de cinco años a recorrer 25 países.
– ¿Cuál fue la ruta?
– “No sé, se va dando, fui a Japón, de ahí recorrí el sudeste asiático, después fui a Europa, después fui a Africa, después vine a Centroamérica. Quería ir a conocer Jamaica, fui a conocer Jamaica. Quería ir a conocer no sé qué, fui a conocer no sé qué (…) Hay tres lugares que me fascinaron. Uno, por su naturaleza, que fue Islandia, en donde anduve 15 días caminando entre las montañas”.
“Después, Japón, que me encanta. Desde niño tenía, no sé por qué, una conexión, una búsqueda con Japón, con la filosofía budista. Tailandia, que me alucinó. Entonces, en todo ese viaje, pasé varias veces por Japón, por Tailandia, por Filipinas, después por Europa un montón de veces, y dentro de América también. Y en todos esos viajes, fui dándome cuenta que quería vivir en Tailandia”.
– ¿Se siente perteneciente a algún lugar?
– “No, es que lo que te digo, me siento ciudadano del mundo. Mira, ahora vengo a Chile. Estuve en Santiago. Bueno, fui a cantar al norte, me vine a cantar a Osorno y me fui con unos amigos a Bariloche. Después me quedé en Osorno unos días, en vez de volver a Santiago, y hoy estoy en Punta Arenas (actuó el fin de semana en el casino Dreams) ¿Qué me importa sentirme perteneciente a un lugar, siendo que este mundo es mi hogar? Entonces, al final, uno aprende que donde estés, eres el mismo. Hay que tener un teléfono, por lo que es el mundo hoy. Si te estableces un poco más, como yo en Tailandia, tienes que arrendar algo, pagar la luz, el agua y comer. Tengo una vida muy entretenida”.
“Uno elige donde estar, en este momento estoy feliz estando en Tailandia. Pero me encanta circular. Me gustaría hacer proyectos, a lo mejor de intercambio cultural entre Tailandia y Chile, con el tema de la música. Descubrir estas cosas de las que te hablo, de las sociedades y esto de ser nómade fue maravilloso”.
– Me imagino el cambio de Chile-Tailandia. Para los chilenos, Oriente es un mundo por descubrir
– “En general sí. Además, que dentro de Asia también hay diferencias, obviamente. Pero allá, en general, en Asia, el respeto es algo básico en el desarrollo de la sociedad”.
“Hola, soy Keko Yunge”
El punto de encuentro de El Magallanes con Keko Yunge fue el lobby del Hotel Casino Dreams. Del ascensor emerge un hombre de jeans y buzo que mira desorientado a todos lados. “Hola, yo soy Keko Yunge”, fueron las primeras palabras del artista. La figura musical noventera que vino a actuar en dicho recinto, conversó por más de una hora con El Magallanes, en donde más que un repaso por sus cuarenta años de trayectoria, la charla recordó viejas glorias y rememoró polémicas que en su minuto coparon las portadas de las revistas de papel cuché. Fue una plática con ribetes sociológicos y espiritual.
Yunge cree que los seres humanos están de paso por este mundo, al cual vienen a aprender y crecer espiritualmente para otra vida. “Mi búsqueda interior siempre ha tenido sentido en la dirección de tratar de llegar a la muerte lo más claro, liviano y feliz posible”.
– ¿Una búsqueda espiritual?
– “Sí, cien por ciento. Es que yo creo que, más allá de lo que elijamos hacer en la vida, lo importante es que uno lo haga con todo su corazón, más allá de lo que uno elija, siempre vamos a llegar donde mismo, que es a la muerte”.
– La muerte es la única certeza del ser humano.
– “Mi filosofía siempre ha sido prepararme de distintas maneras para eso. Con las dificultades que cada uno tiene, con las complicaciones. Esta no es una vida fácil, es una vida en la que venimos a aprender mucho sobre el sufrimiento, sobre desprendernos también de ciertas cosas, de amarras, de bloqueos, etc”.
– ¿Entonces para usted la música armoniza este sufrimiento que venimos a vivir?
– “Es muy bonito lo que estás diciendo. Yo creo que la música es un gran catalizador, es como una inyección para poder, a veces, sostener al ser humano de muchos de estos sufrimientos que nos tocan en esta vida. La música es una compañía permanente para la mayoría de las personas. Yo siempre pedí al universo que me fuera indicando los caminos donde yo pudiera realizar un aporte”.
La enfermedad de Chile
– Hoy con los años que lleva fuera de Chile ¿Cómo mira la situación país?
– “Cuando uno habla con los individuos, individualmente con las personas, se ven cosas muy positivas; pero como sociedad, sin duda, desde mi mirada de afuera, este país está enfermo”.
– ¿Qué enfermedad tiene Chile?
– “Hay una lucha de poderes, no solamente a nivel de la cúpula. Hay una lucha de poderes cotidianos en Chile, en las personas. Hay una intención, es lo que yo veo, por tratar de imponer lo que cada uno quiere. Falta la vitamina del respeto que es la más importante dentro de una sociedad y la mantiene sana. Esa vitamina en Chile hoy no existe”.
– ¿En qué momento Chile perdió el respeto?
– “Yo creo que eso se va perdiendo cuando se falla en otro componente importante en una sociedad, que es la educación. Yo creo que se pierde la educación, se pierde el respeto. Hay una carencia educativa muy grande en las personas, en las generaciones, no solamente en las nuevas, en muchos aspectos hay una carencia cultural. Y cultural no de oferta de espectáculos, sino cultural como una forma de vida”.
– ¿Desde 2006 que el cambio al sistema educativo es uno de los puntos más demandado? ¿Por qué según usted no logramos mejorar los niveles educacionales del país?
– “Hay un error básico en eso, desde mi mirada. El creer que hay que educar seres técnicos, o tecnológicos, o computacionales, o con conocimientos específicos en ciertas materias (…) hay otra educación que tiene que ver con los valores de las personas, la moral, la ética, que tiene que ver con la búsqueda de la felicidad”.
“Cuando se saca el arte, historia, educación cívica, la música, la pintura, el dibujo de los colegios que son canalizadores que conectan al ser humano con las cosas esenciales de la vida. Cuando el deporte se hace ver como una actividad donde su principal rasgo es el competitivo, eso incentiva el tecnicismo (…) si no hay una educación valórica, se pierde todo eso, toda esa cosa de empatía, de respeto, de saber escucharse, y de saber buscar en realidad en conjunto las soluciones”.
Música urbana
– ¿Cuál es su visión de la música urbana?
– “En la música, en todos los estilos, hay cosas no buenas o malas. Creo que toda la música que se cruza la barrera a lo profesional está bien hecha. Distinto es si a uno le gusta o no le gusta (…) la música se ha vuelto bastante vulgar en general, la propuesta musical en muchos estilos, principalmente en sus palabras, en sus expresiones literarias”.
“Me sorprende que Chile sea uno de los países donde más se escucha música urbana en el mundo, porcentualmente a su población y todo me sorprende porque, por lo que te decía, aquí estamos enfermos, entonces esta búsqueda de la vulgaridad, lo chabacano, lo ordinario, lo verbalmente destruido (…) tenemos este estilo que culturalmente aporta bien a todo. Al contrario, es pendiente a estimular la estupidez, por así decirlo, en muchos aspectos. Tiene cosas muy entretenidas, sí, es bailable, produce ritmo, pero creatividad literaria muy baja”.
– ¿Y esto va a ser pasajero según usted o se va a quedar?
– “En Chile va a tener que ser de paso, porque vemos que las culturas más avanzadas, más evolucionadas en muchos aspectos, no pescan mucho esto. Esto es un poco de catarsis, un poco de desorientación, un poco de lo que te digo, de la pérdida de lo que es esencial en una sociedad, que es el respeto, la educación, la educación cívica, obviamente la cultura”.
Salió con la mujer más linda de Chile
Una clásica pregunta es el breve pololeo con Cecilia Bolocco. Según Yunge, fueron tres meses y lo mantuvieron en secreto. “A mí me gustó la mujer, no el personaje de la Cecilia Bolocco. A mí me gustó en ese momento ella como persona. Y ya está. Como me han gustado otras mujeres muy lindas también”, declara.
Estoy Pensando en ti
“Estoy pensando en ti” es de esas canciones ‘corta vena’ de comienzo de los años noventa. Tiene un estribillo pegajoso que hasta hoy trasciende en karaoke. Keko Yunge confiesa que se inspiró en un amor platónico con el cual compartió un par de besitos. “Todas las canciones que nacen así, tan profundas, y a veces muy claras, en general a la gente le han gustado de mi carrera”, confidencia.