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Comisión de Verdad, Justicia y Reparación no investigará los abusos de Rimsky Rojas

Domingo 15 de Diciembre del 2024

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  • – Boric en tiempos de campaña prometió armar una comisión para tratar estas dos situaciones, tal como lo han hecho países laicos como España, Portugal, Alemania y Francia. 

Marcos Sepúlveda Loyola

“Me hace todo el sentido”, fueron las palabras dichas por el magallánico Presidente Gabriel Boric el 4 de mayo de 2022 cuando explotaron las denuncias por abuso sexual en contra del exsacerdote jesuita, Felipe Berríos. “El sufrimiento es muy grande, lo hemos visto en demasiados casos acá en la Región de Magallanes también y, por lo tanto, estoy disponible a que, desde el Estado, trabajemos en una alternativa que le dé acogida a las víctimas, que no se sientan desprotegidas”, indicó. 

Tras más de 950 días de vertidas estas declaraciones, el gobierno aprovechó el día de los Derechos Humanos para  firmar el decreto que estableció la creación de la Comisión Asesora Presidencial para establecer la verdad de las vulneraciones hacia menores de edad bajo la custodia del Sename. La sorpresa mayúscula fue que dejó afuera los casos de pederastia en la Iglesia Católica, varios de ellos cometidos en colegios que reciben subvenciones estatales. 

Con este portazo, no se podrán saber más antecedentes sobre potenciales nuevas víctimas del fallecido Rimsky Rojas, Víctor Hugo Carrera, Jaime Low o esclarecer el potencial rol de encubridor del fallecido obispo Tomás González, o el emérito Bernardo Bastres. 

Según Juan Carlos Claret, experto en iglesia y exlaico de Osorno, en su investigación “Caja de Pandora” logró registrar 200 casos nuevos, entre 2018 y 2024. Totalizando en 115 años, desde el primer caso, 368 denuncias por abusos sexuales, de los cuales tan sólo un 15% han sido condenados ya sea por la justicia canónica o civil.

Los 363 casos se desglosan en 182 sacerdotes o laicos diocesanos, lideran las diócesis de Santiago con 36 casos y Rancagua con 20, en esta última la gran mayoría fue sobreseída. A nivel de congregaciones los Maristas (33), Salesianos (31) y Jesuitas (19) los que tienen mayores miembros implicados en estos casos. 

Datos que contrastan con  un estudio presentado por la Universidad Católica en conjunto con la Fundación Para la Confianza, el cual reconoce 194 denuncias, las cuales representan un 3,6% de un total de 3.450 consagrados existentes en Chile a la hora de realizar el informe en 2020. La iglesia reconoce sólo 222 víctimas; pese a que Fiscalía imputa 266, de los cuales 178 son niños o adolescentes, este último dato corresponde a 2019. 

A los 368 casos se suman 23 obispos y tres cardenales chilenos  acusados de encubrimiento de abusos sexuales. Entre ellos se destacan los formados por Karadima Andrés Arteaga, Tomislav Kolijatic, Horacio Valenzuela y Juan Barros; el obispo auxiliar de Santiago, Alberto Lorenzelli; y los cardenales Ricardo Ezzati y Francisco Javier Errázuriz. Totalizando 391 denuncias, ya sea por abuso o encubrimiento.

No serán indagados 

Magallanes toda la vida se ha caracterizado por ser una ciudad en donde todos se conocen y todos saben algo de la vida del otro. Preguntar de la vida de Rimsky Rojas es abrir una caja de Pandora, no existe puntarenense que no sepa algo o haya visto al fallecido clérigo en alguna actitud que con los ojos de hoy genera suspicacia. 

Fue “amo y señor” del Liceo San José de Punta Arenas entre 1993 y 2002. Según una carpeta judicial a la cual accedió El Magallanes, se mencionan a lo menos diez jóvenes que fueron presuntamente abusados por Rojas entre 1995 y 2001 en Magallanes. En muchos casos, el mencionado sacerdote se ganó la confianza de determinadas familias y no resultaba extraño verlo visitando los hogares de determinados alumnos.

A sus más cercanos, incluso, los invitaba a dormir a la comunidad religiosa del Liceo San José, en Waldo Seguel esquina Armando Sanhueza, donde, según los denunciantes, se consumaron muchos de los abusos.

Una de sus víctimas declaró que mientras en el aspecto público Rojas se convirtió en su guía espiritual y modelo, de manera privada, en la comunidad religiosa del liceo “me tocaba los genitales y sugería u ofrecía masturbarme él a mí, para así lograr controlar el deseo”. 

En 2011 un exseminarista salesiano de origen magallánico optó por la vía judicial al denunciar su caso a la Fiscalía. Dicho seminarista ya había alertado de los hechos en 2000 a través del mecanismo de secreto de confesión; tres años más tarde decidió hablar el entonces director del Seminario Salesiano, Leonardo Santibáñez, quien le recomendó elevar su solicitud a Bernardo Bastres, en aquel tiempo provincial de los Salesianos, quien le habría asegurado al joven -de entonces 22 años- que el padre Rimsky estaba en tratamiento psicológico y psiquiátrico. Rimsky fue trasladado a trabajar con menores al colegio salesiano de Puerto Montt.

Rimsky Rojas -quien se suicidó en febrero de 2011- acumula siete denuncias por abusos sexuales mientras era vicerrector en Valdivia, y cinco mientras era director del liceo San José de Punta Arenas. Además, se le vincula a la de-
saparición de Ricardo Harex, ocurrida en 2001, mientras este salía de una fiesta en el barrio Croata.

El suicidio de Rojas coincidió con unos hallazgos de la PDI de osamentas en el sector donde se construía en gimnasio de la Confederación Deportiva, el cual  reabrió el caso Harex. Esta sutil coincidencia y sumada las palabras vertidas por el sacerdote en su última visita a la región, en donde señaló: “Señora, los curas no hicimos desaparecer a su hijo”, pusieron el foco de atención en la figura de Rimsky Rojas como principal sospechoso. Esta tesis en innumerables ocasiones fue cuestionada por Bernardo Bastres y otras autoridades salesianas como Alberto Lorenzelli, hoy obispo auxiliar de Santiago. 

Otras víctimas que no serán reparadas son las del caso del sacerdote diocesano Jaime Low, quien fue condenado en 2009 y fue denunciado por cuatro hechos. El primero de ellos se registró entre los meses de octubre y noviembre y primeros días de diciembre de 2007 en dependencias del Obispado (en calle Fagnano). 

El segundo se remonta al mes de enero de 2008 en el mismo lugar. Ambos se enmarcan en el delito de abuso sexual. El tercer y cuarto episodios, ambos en la casa del obispo, corresponden a estupro (relación sexual con menores de edad). Uno se sitúa en diciembre de 2007 y el otro en enero de 2008. 

Fue condenado por dos de los cuatro hechos denunciados a una pena de 800 días. En 2012 fue apartado del estado clerical. 

Otras víctimas que quedarían sin reparación son las del sacerdote Víctor Hugo Carrera acusado en 2000 de abusar en reiteradas ocasiones de un adolescente de 13 años en 1999 mientras estaba a cargo de la pastoral juvenil de la diócesis y era secretario personal del obispo Tomás González, quien lo envió a un centro especializado en México y posteriormente a Italia para recibir tratamiento.

Tras esto, los padres del joven interpusieron una querella en su contra. Cuando las autoridades chilenas solicitaron su extradición, Carrera huyó de Italia. González se negó a informar a la policía acerca de su paradero. A comienzos de 2004 se descubrió que Carrera se encontraba trabajando en una parroquia de Bolivia. 

Tras arribar en avión a Chile fue detenido en el aeropuerto de Santiago, pero fue puesto en libertad bajo fianza unos meses más tarde. En 2005 fue condenado a 540 días de presidio menor y a pagar una multa de $2 millones más intereses por daños morales.  

Los Salesianos en la mira

Es una de las Órdenes religiosas que más ha marcado la espiritualidad y la cultura en la región. Desde su llegada a Magallanes en 1887 han aportado al mundo de las artes, cultura y educado generaciones de jóvenes. Varias calles y plazas llevan el nombre de grandes sacerdotes de esta congregación fundada por Don Bosco en 1859. Desde su evangelización hasta el 2021 los destinos de la Iglesia Católica fueron dirigidos por clérigos de esta Orden. Según un reportaje publicado por Interferencia, la primera denuncia de abuso sexual en contra de un menor de edad al interior de un colegio salesiano ocurrió en 1924. Esto fue revelado en 1961 por el escritor Alfredo Gómez Morel en su libro autobiográfico El Río, en donde dedica dos capítulos a los episodios de abusos perpetrados por los sacerdotes Francisco y Luis. 

A cien años de estos hechos, la congregación fundada por Don Bosco acumula 30 sacerdotes acusados de abusos sexuales. Un 50% de ellos prestó servicio en Magallanes. Aquí se encuentran los exdirectores del San José, Juvenal Castro y Luis Peragallo. 

Los hijos de Don Bosco fueron acusados de asociación ilícita en marzo de 2021 ante el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago. En la querella se mencionan los abusos cometidos por: Tomás Aguayo, Rimsky Rojas, Sergio Aravena, Diego Muñoz, Daniel Lezcot, Nelson Jopia,  y al coadjutor Alejandro Cautín. Según la querella, este mecanismo de abuso fue amparado por el cardenal de Santiago, Ricardo Ezzati; el obispo auxiliar de la capital, Alberto Lorenzelli, y los ex provinciales Natale Vitali y Leonardo Santibáñez. Todos ellos tuvieron algún cargo de gobierno al interior de la Orden religiosa.

Aguayo fue expulsado de la iglesia por abusar de un seminarista mientras era director del Posnoviciado, entre 2003 y 2005. Durante su mandato esta etapa fue conocida como el ‘Pornoviciado’. 

El ex religioso trabajó hasta el 2018 en el colegio Regina Mundi de Macul como administrador.  Sergio Aravena fue acusado de abusar de 13 jóvenes entre 1978 y 2001. Fue expulsado en 2001 de la congregación. 

Daniel Lezcot, exdirector de Radio Chilena, es acusado por tres jóvenes de abusar de ellos en la década de los 90. Lezcot dejó la congregación en 2009 y actualmente es rector del colegio Ascensión Nicol de Estación Central.

A estos religiosos se suman: Mauricio Montoya, Marcelo Morales, Audín Araya, entre otros que son requeridos por la justicia en otras causas. Morales y Araya fueron condenados. 

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