Necrológicas

– Luisa Judith Vargas Andrade

– Manuel Segundo Oyarzo Ruiz

– Rodolfo Leonardo Ruiz Ojeda

– María Ilda Obando Mancilla

– Hernán Cabrera Saldías

– Guillermo Ortiz Suazo

De duelo el “basket” magallánico por la partida de Hernán Cabrera

Martes 17 de Diciembre del 2024

Compartir esta noticia
347
Visitas

Con profundo pesar se recibió ayer la noticia del fallecimiento de Hernán Cabrera Saldías, reconocido ex jugador y técnico de básquetbol vinculado gran parte de su vida a nuestra región en lo deportivo y laboral.

Cabrera dejó de existir en su tierra natal, Angol, a la edad de 85 años, rodeado de sus seres queridos y luego de lidiar durante el último tiempo con una enfermedad crónica.

Le sobreviven su esposa María Isabel Menchaca Goic, con quien estuvieron casados más de 50 años, y de cuya unión nacieron sus hijos Jaime y María Soledad.

LICEO, SU CASA

Hijo de Eleazar Cabrera Zeballos, quien se desempeñó durante cinco o seis años como director del Liceo de Hombres de Punta Arenas, y de Lidia Saldías Parra, fue el mayor de cuatro hermanos.

“Yo terminé mis estudios medios en el Liceo de Hombres y allí inicié mis primeros pasos como deportista y esencialmente basquetbolista”, contaba Cabrera a El Magallanes en una nota publicada el 12 de noviembre de 2017, con motivo de su visita para participar en el Nacional de Maxibásquetbol efectuado en nuestra región.

En la misma, resaltaba la importancia que tuvo en su formación el profesor de educación física Alejandro Rojas: “Me enseñó la técnica y fundamentos de este gran deporte y de esa manera pude participar desde la categoría infantil hacia adelante en el Club Deportivo Liceo. Al finalizar este ciclo educacional me fui a la Universidad de Chile a estudiar educación física”.

“PROFE” CABRERA

En 1963, luego de terminar sus estudios universitarios, “me vine a trabajar a Punta Arenas por cuanto la familia se encontraba ya radicada en esta ciudad”.

Se desempeñó laboralmente en el Liceo de Hombres, el Liceo Comercial y Liceo San José. “En el primer establecimiento educacional me integré al equipo de básquetbol, que lo dirigía Julio Valderas. Fui recomendado por mi padre. Este fue el club de mis pasiones ya que en toda mi permanencia defendí sus colores deportivos. Posteriormente, postulé a la Universidad Técnica del Estado, en el año 1970, y me trasladé a ese plantel y tuve por lo consiguiente que cambiar de equipo”, recordaba Cabrera, quien fue parte de selecciones locales de manera permanente y además participó en numerosas giras por la Patagonia argentina compartiendo honores con otras destacadas figuras del baloncesto.

GRAN TRAYECTORIA

Antonio Ríspoli viajó la semana pasada a Angol para visitar a su gran amigo y compañero de tantas jornadas, pero tuvo que retornar el sábado y no alcanzó a despedirlo.

En medio de la pena por tan sensible partida, “Toto” resaltó no sólo su impecable trayectoria, sino también las cualidades de gran persona y profesional que le llevaron a granjearse el respeto de manera transversal.

“Hernán partió jugando en el físico en la ‘U’ y en la Selección de la Universidad de Chile. Acá defendió a Liceo y creo que alcanzó a jugar un par de años por Umag. Integró muchos años la Selección de Punta Arenas, desde 1963 hasta ahora último, porque durante los últimos años integraba las selecciones seniors de Chile. De hecho, fuimos al Mundial de Puerto Rico y al de Orlando y pudo jugar un montón de veces por Punta Arenas”, resaltó Ríspoli.

“Eramos ‘uña y mugre’. Lo conocí cuando llegó, vino soltero, después se casó y, si bien jugábamos en contra, nos juntábamos en la Selección de Punta Arenas. Y después de viejos fuimos a un montón de Nacionales Senior e incluso estuvimos llamados los dos a las Selecciones de Chile de 65 y 70 años”, agregó “Toto”, destacando que también integró como refuerzo el equipo de Sokol que en 1970 jugó el Sudamericano de Clubes Campeones en casa.

“Como técnico, Hernán dirigió a Liceo un tiempo muy corto y después, cuando se fue a la Ute, fue entrenador de Umag y también tuvo una Selección Juvenil campeona de Chile”.

“Fue siempre un gran formador y trabajó mucho con las divisiones menores, como Leoncio Urra, Mariano Muñoz y José ‘Negro’ Sánchez”, apuntó Ríspoli, enfatizando que “partió un excelente amigo, una persona muy tranquila, educado, siempre dispuesto a ayudar y con muy buena voluntad para todo”.

RETORNO A ANGOL

Cabrera estuvo radicado en Punta Arenas hasta 1991, cuando por motivos de salud de su padre tuvo que retornar a Angol, donde a la postre permanecería hasta el final de sus días.

Sin embargo, nunca perdió vínculo con su tierra adoptiva y así lo manifestaba en 2017: “Existe con esta región un vínculo muy intenso. Uno, por haber vivido tantos bellos momentos de juventud y, otro, por los lazos familiares, ya que mi esposa tiene parientes a los cuales viene a visitar de vez en cuando. Soy un agradecido de Punta Arenas porque, además de la parte deportiva, hice muchos amigos durante mis treinta años de permanencia en esta hermosa ciudad”.

Por eso, Hernán Cabrera no dudaba en asegurar que “siento a Punta Arenas como mi ciudad natal y le tengo un afecto muy especial”. El mismo cariño que el baloncesto magallánico le retribuye hoy en su adiós, agradeciéndole todo lo que entregó y enseñó.

Pin It on Pinterest

Pin It on Pinterest