Expertos advierten sobre la falta de preparación de Punta Arenas ante un eventual terremoto
“Por primera vez Punta Arenas ha experimentado la desagradable sorpresa de prolongados y sucesivos temblores” titulaba El Magallanes luego del terremoto que afectó a la región el año 1949. Pese a la poca frecuencia de eventos sísmicos en la zona, 75 años después de tal siniestro, especialistas manifiestan preocupación de que una emergencia así vuelva a ocurrir.
En un seminario organizado por la Cámara Chilena de la Construcción, se abordó esta amenaza sísmica, dejando claro que la Región de Magallanes no está exenta de riesgos.
Aunque la percepción general es que “acá no tiembla”, según nuevas investigaciones presentadas por el ingeniero civil Pablo Villarroel, de Geotecnia Patagonia, la interacción de las placas Scotia y Sudamericana podría generar eventos sísmicos de magnitudes superiores a 7,0 Richter, mayor a lo que antes se estimaba.
El estudio de microzonificación sísmica para Punta Arenas exhibido destacó que el riesgo actual es superior al de 1949, considerando que la ciudad ha triplicado su tamaño desde entonces. Las zonas más vulnerables incluyen el sector costero entre el muelle Prat y bahía Catalina, las calles Hornillas, Los Acacios y Manantiales, y el humedal Tres Puentes junto a avenida Frei y ruta 9. Estas áreas presentan suelos potencialmente licuables, capaces de perder firmeza durante un sismo.
Uno de los temas centrales del seminario fue la falta de cultura sísmica en la región. Un representante de Senapred señaló que Magallanes suele creerse exenta de los problemas sísmicos del resto del país, subrayando la importancia de informarse y participar en simulacros. Una ciudadana asistente resumió esta problemática: “Tenemos un falso concepto de que acá no tiembla (…) En los colegios no hay cultura sísmica y se ha ridiculizado que acá podría ocurrir un sismo”.
Sobre la preparación de la región para un evento de gran magnitud, los expertos manifestaron su preocupación por la limitada conectividad vial y la ubicación de infraestructura crítica en áreas de alto riesgo. En caso de un sismo, el acceso a Punta Arenas podría complicarse, afectando el abastecimiento de servicios básicos.
La charla dejó un mensaje claro: aunque Magallanes no es una zona de alta sismicidad como el resto de Chile, es fundamental mejorar la preparación y cultura preventiva para enfrentar el impacto de un eventual terremoto.