Pese a las críticas Carabineros ha realizado 2 mil controles en el puesto Kon Aiken
A tres meses de la reapertura del puesto de control de Carabineros en el sector Kon Aiken, en la entrada norte de Punta Arenas, a 31 kilómetros de la ciudad, subyacen críticas de la comunidad, apuntadas principalmente a que no se ve a los funcionarios policiales realizando controles permanentes.
En décadas pasadas, y muchos se quedaron con esa imagen, era prácticamente normal ver a los carabineros en estas labores. Incluso existía una barrera que sólo se levantaba una vez que el policía así lo ordenara.
Fuentes de Carabineros consultadas dijeron que la gran diferencia es que este punto ya no es una Tenencia, como antaño, sino que sólo un puesto de control compartido. Cuando se reabrió, la idea era que estuvieran presentes Transportes, Sag y otros organismos públicos, para realizar fiscalizaciones conjuntas, algo que en la práctica no se ha dado.
Dicen que a esto se suma la falta de dotación. Cubrir los turnos diarios (de 8 a 15 horas; de 15 a 22 horas y de 22 a 8 de la mañana del día siguiente) con dos funcionarios en cada bloque, más el trasnoche, no es tarea fácil.
Pese a esto, el balance de la labor policial al 20 de diciembre arroja 1.404 controles de identidad; 1.973 controles vehiculares; un detenido por conducir sin la licencia debida; 2 infracciones a la Ley de Pesca; un detenido por tráfico de drogas y dos por porte y consumo de drogas.
General de Carabineros
En la puesta en marcha de este puesto de control, el general Marco Alvarado dijo que esperaba incorporar tecnología, como inteligencia artificial, instalando cámaras con lectores de patentes.
Ya en esa ocasión resaltó el esfuerzo institucional para tener personal de servicios todos los días de la semana, “y donde muchas veces las condiciones climáticas no son las mejores. Son dos funcionarios por turno, “es decir, en total dispondremos de ocho efectivos policiales que estarán dedicados a este punto”, indicó.
Entre los objetivos mencionó el control vial, por tratarse de una ruta que tiene mucho tránsito de vehículos, buses, camiones; “además del control del abigeato y control del transporte de ganado”.
La municipalidad financió los 95 millones de pesos que costó la construcción de la caseta de 33 metros cuadrados, para albergar a los carabineros de turno. Un puesto que había dejado de funcionar hace 20 años.