Juez no le permitió a hijo de madre brasileña cumplir en libertad condena por homicidio simple

Con cárcel efectiva pagará los 3 años y un día que recibió John Randy Charrier de Sousa, por el homicidio frustrado del venezolano de 20 años de edad, Maikel Douglas Agüero Villalobos.

El hecho de sangre ocurrió el 29 de marzo del año pasado, cerca de las 20 horas, en circunstancias que la víctima junto a otras dos personas se dirigieron en un auto Mercedes Benz hasta calle Condell. Previamente habían coordinado una venta de droga, a través de la aplicación Grindr. 

Una vez en el lugar acordado, Agüero permaneció a bordo del móvil en el asiento del copiloto con la ventana abajo. En esos instantes apareció en escena el acusado, quien desde la vía pública se acercó al vehículo para luego abalanzarse sobre la víctima y propinarle una estocada con arma blanca en la región torácica. La víctima no pudo reaccionar a la agresión ni menos defenderse, huyendo luego el imputado del lugar.

El herido fue trasladado de urgencia al Hospital Clínico de Punta Arenas, producto de la herida penetrante cardiaca, rotura del ventrículo derecho y paro cardiorrespiratorio que sufrió.

Alcanzó a recibir atención médica oportuna, siendo derivado a sala de reanimación, luego fue intervenido quirúrgicamente, quedando internado en la UCI con ventilación mecánica y en riesgo vital.

Detenido cuando huía

Días después, el 4 de abril, el autor del apuñalamiento, chileno, hijo de madre brasileña, de 32 años de edad, fue detenido cuando intentaba abandonar el país por el paso Dorotea, en la provincia de Ultima Esperanza, cuando era intensamente buscado por la Policía de Investigaciones. Tenía planificado llegar a Coyhaique, cruzando por Argentina.

La policía rescató conversaciones del celular del imputado, confirmando el encuentro que tuvo con el venezolano. Además, los acompañantes de la víctima entregaron aspectos físicos del agresor, antecedentes con los que la Brigada de Homicidios de la PDI inició la búsqueda.

El autor reconoció su participación en los hechos y dijo que buscaba salir del país porque estaba asustado, tras ser amenazado en redes sociales, incluso con matarle a una de las hijas.

Días previos el mismo sujeto había sido formalizado, pero en una causa en contexto de violencia intrafamiliar.

“Acordamos la entrega cerca de una panadería en calle Condell. Llegó un sedán azul y un sujeto me hizo señas. Era al que le compraría la droga. Saqué un billete de 20 mil pesos para pagar y empezó un forcejeo”, declaró el imputado a la policía.

“Estaba trabajando en Natales cuando vi las funas que me estaban haciendo, con amenazas de matar a mi hija así que asustado decidí viajar a Coyhaique por Dorotea y Argentina”, relató. “No lo apuñalé, sino que fue un empujón”, indicó en su versión de los hechos.

Al parecer el venezolano le habría dicho al chileno: “¡Acá te pillé!”, cuando le tomó el brazo y estalló la gresca.

Mediante un procedimiento abreviado concluyó la causa, donde el Ministerio Público se allanó a rebajar la pena en caso de declararse culpable y no ir a juicio oral. Lo que sí el fiscal pidió cumplimiento efectivo de la pena.

Esto molestó al padre del condenado, Johnny Toledo Charrier, quien en tribunales dijo no entender cómo funciona la justicia en Chile y que tenían todas las esperanzaz de que el hijo cumpliera la pena en libertad.

Pero el juez Cristian Armijo acogió la solicitud de la fiscalía, de no otorgar beneficios extracarcelarios, tomando en consideración que el autor registra antecedentes penales. Lo que sí le descontarán los días que lleva en prisión preventiva, desde abril del presente año.