“Ratonas Costureras”: la inspiradora historia de un emprendimiento nacido en pandemia
Confeccionan entre otros productos, guateros de semillas, carteras y accesorios sustentables,
además de chalecos, mantas, cuellos y cojines sensoriales todo para los niños con TDA o Tea.
La pandemia de Covid 19 trajo desafíos inesperados para muchos, pero también abrió puertas a la creatividad y al emprendimiento. Este fue el caso de Mónica Rodríguez Poblete, quien transformó la adversidad en una oportunidad al emprender y dar vida a “Ratonas Costureras”, un negocio familiar que ha conquistado corazones con sus productos únicos y funcionales.
Todo comenzó en plena pandemia del Covid-19, cuando Mónica, quien era peluquera, se quedó sin trabajo. Junto a su hija, recién egresada de la universidad, buscó alternativas para enfrentar el desafío económico y social que trajo el confinamiento. La idea inicial fue confeccionar mascarillas para suplir la escasez que en ese momento era crítica. Sin experiencia previa en costura, Mónica aprendió sobre la marcha, y las mascarillas se convirtieron en un éxito inesperado.
“Nunca había cosido algo tan en serio. Comencé con una máquina vieja que era de mi abuela y cosía ‘para adelante nomás’. Fue un proceso de aprendizaje”, recuerda Mónica.
Reinventar el negocio
Cuando la demanda de mascarillas disminuyó, Mónica decidió reinventar el negocio. Fue así como nacieron los guateros de semillas, productos que se destacaron por sus diseños innovadores y ergonómicos. “No quería que fueran los típicos guateros cuadrados. Diseñamos modelos que se adaptaran mejor al cuerpo, como muñequeras de semillas o guateros cervicales y lumbares”.
El encanto de Ratonas Costureras
El nombre del emprendimiento tiene una historia entrañable. “Desde niña me encantaban los ratones de la Cenicienta. Siempre me inspiraron por su trabajo en equipo y creatividad. De ahí surgía el nombre ‘Ratonas Costureras’, en homenaje a esos pequeños personajes”.
Formalmente, Ratonas Costureras se consolidó como negocio después de la pandemia, con Mónica y el apoyo de su familia, que ahora también forman parte del proyecto, colaborando en las distintas etapas de producción. La hija de Mónica, aunque ejerce como fonoaudióloga, fue clave en los primeros pasos del emprendimiento.
Productos estrella y expansión del catálogo
El producto más popular sigue siendo el guatero de semillas, especialmente los modelos cervicales y lumbares, ideales para aliviar tensiones y dolores musculares. Sin embargo, la innovación no se detuvo ahí. Ratonas Costureras incursionó en la confección de productos sensoriales como chalecos de contención y mantas para niños con Trastorno por Déficit de Atención (TDA). “Estos productos son hechos a medida, considerando las necesidades específicas de cada niño o persona”, explica Mónica.
Otro de los éxitos del negocio son las carteras de jeans reciclados y los guateros para mascotas, diseñados especialmente para aliviar los dolores de animales de mayor edad. “Todo lo que hacemos tiene un enfoque terapéutico. Nos encanta saber que nuestros productos ayudan a mejorar la calidad de vida de las personas y sus mascotas”.
Instalados en Zona Franca
Ratonas Costureras cuenta con un espacio en el mercado artesanal de la Zona Franca, donde sus productos están disponibles para el público y el llamado es a la comunidad a apoyar a estos emprendedores. “Ratonas Costureras” también realiza ventas a través de redes sociales (https://www.instagram.com/ratonas.costureras/), el mercado artesanal se ha convertido en el principal punto de contacto con sus clientes.
Emprendimiento regional
Este emprendimiento es parte de Amapuq, una asociación de emprendedores locales que ha sido fundamental para el crecimiento del negocio. Se trata de una agrupación de artesanos, artistas y manualistas que está integrada por 15 emprendedores que trabajan en diferentes disciplinas y materialidades.
“Nos conocimos en ferias y nos apoyamos mutuamente. Es maravilloso formar parte de una red que fomenta el desarrollo de emprendedores.”