Patricio Riquelme Valdés, Premio por La Paz 2025
Al estrenar un nuevo año, uno de los deseos más hondos de todos los seres humanos es que sea un “año bueno”, y uno de los signos de eso es que haya paz. En realidad, cualquier persona con la mente y el corazón bien puestos quiere vivir en paz, en paz consigo mismo y con los demás, quiere que haya paz en las familias, en el trabajo, en la sociedad y entre los países.
La violencia, en cualquiera de sus formas, es el enemigo de este anhelo de la mayoría de las personas: la horrible violencia intrafamiliar que mata los amores más preciados, la violencia de todas las injusticias sociales que engendran nuevas violencias, la violencia que sufren los niños y que los marca para toda la vida, la violencia de las mentiras y calumnias que demuelen las relaciones entre las personas, la violencia de las guerras que destruyen pueblos enteros, etc. Estamos hechos para la paz, no para la violencia que siempre nos amenaza.
Acogiendo este anhelo hondo de todos los seres humanos, cada 1° de enero, la Iglesia Católica celebra -desde hace 50 años- la Jornada Mundial por la Paz, pidiendo a Dios que nos ayude a todos a ir haciendo realidad el anhelo universal de la paz. Cada 1° de enero, el Papa propone un tema y un mensaje para cultivar durante el año, este año es: “Perdona nuestras ofensas, concédenos tu paz”.
Desde hace 30 años, haciéndose eco de la Jornada Mundial por la Paz, nuestra Iglesia en Magallanes destaca a una persona o institución que con su vida representa los valores que construyen la paz en nuestra comunidad regional, y lo hace con el “Premio por la Paz”; el cual lo han recibido, entre otros, el dirigente sindical y senador José Ruiz Di Giorgio (1994), el médico Ivo López Eterovic (1999) la educadora María Angélica Mimica Cárcamo (2003), la representante de la Fundación Cavirata, María Elena Rada de Baeriswil (2004), el historiador Mateo Martinic Beros (2006), la enfermera Mirna Pavlov Peruzovic (2011), el médico geriatra Ramón Lobos Vásquez (2013), el enfermero Sergio Solar Kusanovic (2014), la servidora de niños desvalidos Nelly Vidal Torres (2016), el Cuerpo de Bomberos de Punta Arenas (2019), la Unidad de Pacientes Críticos del Hospital Regional por su servicio esforzado y generoso durante la pandemia (2020), y Paulina Echeverría, Clemente Gálvez y Baldovino Gómez por su servicio en la promoción y defensa de los Derechos Humanos (2024).
Este año, la Iglesia en Magallanes ha distinguido con el Premio por la Paz a Patricio Riquelme Valdés, como una persona que en su vida y en su trabajo ha representado los valores de servicio a la comunidad que construyen la paz tan anhelada por todos.
Patricio Riquelme es un reconocido profesional, ingeniero constructor, quien desde 1965 y por cuatro décadas fue Director de Aeropuertos de la región de Magallanes, cuya gestión fue fundamental en el desarrollo de esa infraestructura en la zona austral del país. También, desde su jubilación, Patricio Riquelme, ha compartido con la comunidad su amor por la música y el arte a través de sus programas de televisión, donde ofrece y comenta obras de música clásica y ópera.
A lo largo de su vida, Patricio Riquelme ha dado testimonio público de su fe en el Señor Jesús y de su compromiso con la misión evangelizadora de la Iglesia, asumiendo diversas tareas y servicios a la comunidad. Entre esos servicios le correspondió ser el responsable de la organización de la histórica visita del Papa Juan Pablo II a Punta Arenas, misión que le fue encomendada por la Iglesia local, pero también fue designado por la Intendencia Regional para todas las tareas de coordinación técnica y logística de la visita del Papa a Punta Arenas.
La visita del Papa Juan Pablo II, que reunió a miles de personas, se desarrolló en un contexto político tenso por la situación que se vivía en el país. La capacidad de Patricio Riquelme para aunar voluntades en esos tiempos complejos y en un gran esfuerzo de organización, puso de manifiesto su vocación por la paz y la unidad.
El Premio por la Paz quiere honrar la larga trayectoria de la vida cristiana, familiar, profesional y social de Patricio Riquelme Valdés al servicio de la paz; particularmente en este año en que como fruto de la mediación del Papa Juan Pablo II se han cumplido 40 años del Tratado de Paz y Amistad entre Chile y Argentina. Es una ocasión para destacar la vocación de paz y servicio a la comunidad de alguien que, entre los muchos aspectos destacables de su vida, fue el responsable de la organización de la visita del Papa Juan Pablo II a nuestra ciudad.