Extraño hallazgo de contaminación en el cordón Baquedano denunció turista

Encontrarse con un depósito de elementos desconocidos contenidos en decenas de tambores en pleno corazón del cordón Baquedano, uno de los lugares que supo más prístinos del planeta, causó la natural curiosidad y repudio de un turista que se adentró en la serranía montañosa de Tierra del Fuego, en su tránsito a Porvenir. Cuando ingresó a un camino comunal que -le indicaron- lo llevaba al sector donde podría contemplar las famosas dragas auríferas del pasado pionero (fines del Siglo XIX e inicios del XX), se topó con el irregular depósito.

No fue lo único que le causó extrañeza, también la mala calidad de la vía de tierra, con profundos surcos y sólo barro, sin mantención de estabilizado, que le llevaron a inevitablemente quedar con su vehículo 4×4 empantanado un par de veces. “No entiendo cómo existe este tipo de contaminación en ese espléndido lugar, donde sólo se contemplan valles y cerros, nubes y mucho colorido natural, aire puro como no se ve en otros lugares”, comentó el viajero, que prefirió mantener el anonimato.

Tambores abandonados

Describió que se trata de una treintena o más de tambores de unos 10 litros cada uno, en que están depositadas unas muestras de tierra, quizás del mismo lugar, u óxidos desconocidos según su observación, porque no tienen etiquetas identificatorias y que no quiso tocar porque podría ser material contaminante. “Se ve que están desde hace mucho, porque el plástico se está deteriorando y no entiendo cómo no lo han denunciado, ya que podría alterar el medio ambiente de ese lindo lugar”, planteó el visitante.

Indagando un poco sobre el tema, supimos que existe un profesional del área de calidad de suelos, que hace unos años está realizando un trabajo de laboratorio con el material de la tierra del cordón Baquedano, que ha tomado contacto con algunos de los ganaderos del área, de quienes no ha recibido plena disposición para su curioso trabajo. Esta tarea el investigador la habría abandonado hace un par de años, dejando parte del elemento indagado mantenido en tambores, quizás a la espera de su retiro, que nunca concretó.

Es de esperar que la Municipalidad de Porvenir, o las autoridades de Minería o a quien le corresponda, tome cartas en el asunto para determinar si es efectivo que se trata de materiales sanos, o si en verdad sería materia contaminante y se le dé un destino a los elementos que, al menos, afean la visual de un sitio límpido -y también turístico-.