Los desafíos del nuevo Consejo Regional de Magallanes

Con la reciente asunción del nuevo Consejo Regional de Magallanes para el período 2025-2029, encabezado por el gobernador Jorge Flies, la región inicia un nuevo ciclo político cargado de expectativas y desafíos. Este periodo se presenta como una oportunidad para avanzar en soluciones concretas a problemas históricos, en un contexto donde la diversidad política de los consejeros podría ser tanto una fortaleza como un obstáculo, dependiendo de la capacidad de diálogo y colaboración.

La conformación del Consejo, con representantes de la DC, el Frente Amplio, RN, Republicanos, el Partido Radical, el PS, Evópoli, el PPD e independientes, refleja la pluralidad política de la zona. A pesar de esta diversidad, el espíritu expresado por los integrantes, centrado en dejar de lado los intereses partidistas y priorizar el bien común, es un buen augurio. Sin embargo, esta declaración de intenciones deberá ser puesta a prueba en un escenario donde las decisiones requerirán consensos sólidos, especialmente en temas prioritarios como vivienda, seguridad y desarrollo regional.

Uno de los compromisos más ambiciosos del gobernador Flies es el plan de vivienda, una necesidad urgente en Magallanes, donde la demanda supera ampliamente la oferta. 

En materia de seguridad, Magallanes enfrenta un creciente desafío que debe ser abordado con políticas preventivas y modernización institucional. 

Otro elemento central será la aprobación del Plan de Desarrollo de Zonas Extremas, un espaldarazo clave que dotará a la región de herramientas y recursos específicos para enfrentar sus particularidades geográficas y climáticas. Este plan será una oportunidad para invertir en infraestructura, transporte, conectividad y energía, pilares fundamentales para el desarrollo de una región tan vasta como Magallanes.

El desafío político más grande será garantizar que la mayoría política del gobernador no se convierta en un ejercicio de hegemonía, sino en un espacio para construir acuerdos amplios. La oposición, que se ha comprometido a ser “abierta y dialogante”, tendrá la responsabilidad de fiscalizar de manera constructiva, planteando alternativas y colaborando en los proyectos que beneficien a la comunidad.

Transformar a Magallanes en “la mejor región de Chile”, como lo ha planteado Jorge Flies, no será tarea fácil. Requerirá valentía y voluntad, no sólo de los consejeros, sino también de cada actor involucrado en el desarrollo regional. Las decisiones que se tomen en los próximos cuatro años serán cruciales para definir el rumbo de la región. La clave estará en superar las diferencias políticas, escuchar a la ciudadanía y actuar con responsabilidad y visión de futuro. Sólo así Magallanes podrá liderar con orgullo y demostrar que la unidad en la diversidad es posible.