El arte de la resiliencia: la historia detrás del emprendimiento “Con las manitos de Gabriela”

• Desde estuches y bolsos hasta moños y agendas, cada pieza es creada a partir de telas diseñadas desde cero, lo que permite a los clientes elegir colores, patrones y hasta incluir fotografías.

En la vida, hay historias que logran entrelazar dolor y esperanza, transformando las adversidades en oportunidades para crecer y construir algo significativo. Tal es el caso de Carola Poblete Lemus, una madre y emprendedora cuya trayectoria detrás de “Con las manitos de Gabriela” combina resiliencia, creatividad y amor. 

El origen de esta iniciativa se remonta a 2009, un año que cambió para siempre la perspectiva de Carola. Enfrentando la pérdida de su hija Gabriela, quien falleció el día que su mamá se internaba para tener su parto, Carola encontró en las manualidades una forma de canalizar el dolor y ocupar su mente

La verdadera inspiración llegó durante una estadía prolongada en Santiago, un nuevo embarazo, que era de riesgo y estuvo muchos meses hospitalizada, mientras esperaba a su hijo Sebastián, Carola tomó talleres de manualidades. Más tarde, al regresar a Punta Arenas con su familia, comenzó a aplicar lo aprendido creando pequeños objetos que vendía entre familiares y amigos cercanos. 

De la terapia al negocio

A medida que los años pasaron, Carola perfeccionó sus habilidades y comenzó a vender sus productos de manera más formal. Con la ayuda de su familia, especialmente su hijo Sebastián, quien nació con múltiples desafíos de salud, consolidó una rutina que combinaba su rol de madre cuidadora con el desarrollo de su negocio.

Durante la pandemia de 2020, las dificultades económicas la llevaron a tomar una decisión radical: dedicarse al emprendimiento de tiempo completo. Fue entonces cuando comenzó a diseñar y vender mascarillas personalizadas, productos que no sólo respondían a una necesidad urgente de la época, sino que también la ayudaron a captar una clientela fiel y a expandir su alcance.

Un catálogo diverso,
personal y sostenible

“Con las manitos de Gabriela” se distingue por ofrecer productos textiles únicos, completamente personalizados. Desde estuches y bolsos hasta moños y agendas, cada pieza es creada a partir de telas diseñadas desde cero, lo que permite a los clientes elegir colores, patrones y hasta incluir fotografías. Carola comenta que muchos de sus clientes se sorprenden al descubrir el nivel de personalización que puede lograr: “Incluso he diseñado estuches con las caras de las mascotas de mis clientes”. Este enfoque artesanal y detallado es parte del sello distintivo de su emprendimiento.

En los últimos años, Carola ha ampliado su oferta para incluir productos relacionados con la economía circular. Inspirada por la creciente conciencia ambiental, comenzó a trabajar con materiales reciclados, como jeans reutilizados, para crear accesorios sostenibles. Aunque este proceso es más laborioso y costoso, ha ganado adeptos entre clientes que valoran su compromiso con el medio ambiente. “Mucha gente no entiende que un producto reciclado puede ser más caro porque requiere un proceso adicional: lavar, seleccionar, planchar y luego elaborar el diseño”, explica.

Como cualquier emprendedora, Carola ha enfrentado numerosos desafíos, desde establecer precios justos hasta creer en el valor de su propio trabajo. En sus primeros años, tendía a subestimar el tiempo y esfuerzo que dedicaba a cada creación, temiendo que los precios altos alejaran a los clientes. Sin embargo, con la ayuda de talleres y capacitaciones ofrecidos por instituciones como Fosis, logró superar esta barrera y entender que su trabajo tiene un valor tangible que merece ser reconocido.

Aunque “Con las manitos de Gabriela” no cuenta con un local físico, Carola ha encontrado en las redes sociales, especialmente Instagram, un canal efectivo para conectar con sus clientes. Regularmente participa en exposiciones locales organizadas por agrupaciones, donde presenta sus productos y fortalece su red de apoyo. Estas instancias no sólo le permiten exhibir su trabajo, sino también compartir su historia, inspirando a otros a emprender desde la resiliencia y la pasión.