“A mí me asusta el hidrógeno verde”
- La falta de infraestructura habilitante, el lugar en donde se emplazarán estos proyectos y los cambios geopolíticos a nivel mundial lo hacen dudar de que todas las iniciativas se concreten. Morano se muestra más partidario de la instalación de data centers y transformar a Magallanes en una región líder en ciencia.
Marcos Sepúlveda Loyola
La idea de que los consejeros regionales son meros receptores de los proyectos que prioriza el gobernador regional no le gusta porque lo considera una mentira y un desconocimiento profundo de la ley que rige a este cuerpo colegiado. Juan Morano define que él es puente entre la ciudadanía y la máxima autoridad magallánica y que hará todo lo que esté en sus manos para que sus propuestas sean oídas y tomadas en consideración por Jorge Flies. “Yo puedo hacer un proyecto, conversar con el gobernador, lo que no puedo hacer es ponerlo en tabla”.
Se muestra sorprendido de las declaraciones vertidas por algunos de sus colegas que se niegan a hablar de algún proyecto porque puede ser causal de inhabilitación. “Una cosa es que yo hable contigo, que hable con alguien que pueda darme luces sobre un tema y otra cosa es que yo gestione, intermedie, llegue hasta el soborno”, explica.
– ¿Qué diferencia a este Consejo Regional del anterior? Se observa que es un consejo plagado de exautoridades, se podría presumir experiencia.
– “Yo creo que la impronta es distinta en el sentido de que la gente percibe que hay una manera de acercarse a los temas de forma distinta. No tan rompedora, no tan disruptiva, sino que ojalá las políticas sean fruto de la conversación y del consenso”.
La idea de que llega a un Core más experimentado no la comparte del todo. Para esto ejemplifica: “Si yo soy un empresario del mundo turístico y se va a discutir el plan de promoción turística de la región, ¿qué tengo que hacer? No sólo abstenerme, sino que salir de la sala. No puedo participar ni siquiera cuando conversen sobre el tema. El tema no es simplemente votar. Cada vez que haya un tema relacionado al turismo este consejero no va a poder estar en la sesión, ya que la ley obliga a estar durante todo el pleno, por lo tanto, no podrías retirarte sólo un momento”.
“Yo voy a exigir que se cumpla la ley. No es solamente fiscalizar lo que hace el Ejecutivo, hay que fiscalizar lo que hacemos nosotros”, asegura Morano, quien tras cinco años de su último cargo de representación popular regresa al ruedo político.
– ¿La postura de la Democracia Cristiana con la administración de Jorge Flies va a ser similar a la existente con el gobierno de Gabriel Boric?
– “Si nosotros entramos, vamos a entrar a colaborar. Nos interesa que Magallanes se desarrolle, que la gente tenga mejores condiciones y para eso hay que trabajar juntos desde dentro”.
No comparte el criterio de que las comisiones del Consejo Regional sean lideradas sólo por personas afines a la administración de Jorge Flies. “Nos parece que hay gente valiosa en el sector que hoy día integra la oposición de la derecha, centro-derecha o extrema derecha”, señala Juan Morano.
Está cansado de las declaraciones de algunos consejeros que indican que la principal falencia del Core es la falta de fiscalización, siendo que la principal atribución de este cargo es fiscalizar las acciones del gobierno regional. Le parece una aberración que el Core de Magallanes sea el único que no tenga sesión hasta el próximo 24 de febrero. “Estamos perdiendo la mejor época del año para trabajar y avanzar en los temas urgentes”.
¿Qué hacer para solucionar el tema del 8%? Es uno de los “urgentes” que Morano busca resolver. “Esta explicación de que los dos pagos y la Dipres no son muy reales”, advierte. De inmediato pregunta: “¿Cómo lo hicieron en Iquique? ¿Cómo lo hicieron en Metropolitana? el 8% se ha ejecutado correctamente en casi todo el país”.
Una de las soluciones que plantea Morano es licitar el concurso del 8% y que la gente de la división encargada de entregar los recursos prepare los contratos.
– ¿Cuál es su opinión respecto a que la Cormag asuma por este año la entrega de recursos a las organizaciones sociales y voluntariados que antes postulaban a los fondos del 8%?
– “La Cormag, por lo menos en el ideario o en la mente de muchos, era la antigua Cormag, y eso no es lo que está sucediendo ahora. La Cormag lleva funcionando un par de años y no conocemos ninguna gestión eficiente.
“Creo que esto de sacar la plata de la fiscalización pública, que está radicada en el 8%, traspasando solamente al privado para que ejecute el gasto, ya es poco transparente. Más allá que se haga perfecto (…) Espero que sea una decisión que podamos revisar”.
– Algunos consejeros critican el por qué las empresas privadas van a decidir en qué gastar fondos que son públicos.
– “Exacto, pero además si vamos a trasladar o queremos entregarle dinero a la sociedad civil a través de la Cormag, uno de los miembros de la sociedad civil debería de estar sentado en el directorio. Dicen que hay que esperar hasta la conformación del próximo, pero los directorios, según la ley, se pueden cambiar mañana si quieren. Entonces, hay falta de voluntad, aparentemente, en que eso sea así”.
Mejorar la calidad
educativa
Ejerció por más de 20 años como docente en diversos establecimientos de Punta Arenas y fue profesor en la sede regional de la Universidad Técnica del Estado, hoy Universidad de Magallanes. En sus años de parlamentario fue integrante de la comisión de Educación de la Cámara de Diputados cuando se aprobó el proyecto de Nueva Educación Pública. Durante el transcurso de esta entrevista saca a relucir que en sus años de jefe comunal construyó el nuevo Liceo María Behety, que renovó todo el mobiliario escolar, entre otras cosas.
Hoy desde su función como Consejero Regional quiere aunar fuerzas para un gran pacto por la educación en Magallanes, la cual, a su criterio, presenta un problema más profundo que la falta de infraestructura: la calidad.
Responsabiliza a las administraciones municipales de los problemas de infraestructura que presentan los colegios recientemente traspasados al Servicio Local de Educación Pública.
– ¿Cuáles serían las propuestas para mejorar la calidad educacional de Magallanes?
– “Tenemos que hacer un diagnóstico. Hay que saber cuántos alumnos vulnerables tengo, cómo están llegando, cuántos se desplazan, entre otras preguntas para poder tener la fotografía de la educación pública de la región. Hay que saber por qué a los alumnos de Cabo de Hornos les va mejor que a los de Natales, si es que les va mejor. Hay que involucrar a los padres en la educación y a la comunidad, hay que cambiar ese concepto y volver a que sea de la comunidad la que se ocupa de la educación”.
¿Por qué no pescamos los celulares y los integramos a la educación? Se pregunta Morano, quien considera que en un futuro cercano la inteligencia artificial va a ser usada por todos. Cree necesario enseñarles a los jóvenes a usar la IA con las barreras y precauciones necesarias. “Hay que usar la modernidad para eso. Si no lo usamos vamos a perder nosotros”, opina. A su juicio, esto sienta las bases para convertir a Magallanes en una región de ciencia”.
¿Hidrógeno o data center?
Se muestra escéptico a la llegada del hidrógeno verde a Magallanes, considera que es más plausible la instalación de data centers en la región, debido a las condiciones climáticas e hídricas de la Patagonia chilena. “Impacta 10 veces menos y produce 10 veces más. A mí me asusta el hidrógeno verde”, declara.
– ¿Por qué le asusta?
– “Porque si se va a hacer lo que se dice que se va a hacer, faltan espacios para miles de nuevos habitantes y no está la infraestructura. Dicen que los proyectos en 3 o 5 años estarían listos para operar. ¿Dónde están las calles? (…) Creo que hay unos proyectos valiosísimos que sí están avanzando, pero de un tamaño bastante más normal, mientras que esos megaproyectos que aparecen instalados en zonas que difícilmente van a lograr instalarse”.
– ¿Por qué cree que estos megaproyectos podrían no resultar?
– “Los megaproyectos yo creo que no van a pasar ¿Tú crees que, en el humedal de Bahía Loma, van a haber torres de aerogeneradores?”
– Lo veo difícil, no imposible, pero con mucha pelea.
– “Claro, pero si tú le dices que más corramos los 50 kilómetros, se acabó el problema. Entonces, mi pregunta es: ¿Por qué esa empresa que quiere hacerlo no los corre? ¿Cuál es el objetivo que hay detrás de eso? Cuando le dicen al Proyecto Dominga que en esa bahía no lo pueden hacer, pero sí en una más allá, y no se traslada, es porque algo está pasando. Tal vez el interés es distinto a ejecutar o están gastando las plantas que tienen para estudios, para prospección, pero no tienen para ejecución, que son montos bastante distintos (…) Yo creo que hay estudios que están funcionando, que son proyectos que están avanzando, y hay otros que son simplemente voladores de luces”.
– De los ocho proyectos que se han anunciado a través de los medios, ¿cuántos cree usted que se van a concretar?
– “Yo creo que debieran concretarse aquellos que la región pueda soportar”.
– ¿Cuántos serían?
– “No sé, pero la autoridad debe decir cuánto puede ser el salto poblacional que nos podemos pegar. Si la decisión no es sólo si impacta en medioambiente allí, sino cómo va a impactar nuestra calidad de vida, nuestra forma de vida. Para mí el impacto mayor es ese. ¿Va a generar buenos empleos? ¿Va a generar mejor calidad de vida en la familia? Esas son las cosas que a mí me importan”.
Con la llegada de Donald Trump y la revalorización del mercado del carbón en Europa como consecuencia de la invasión de Rusia a Ucrania ve que el tema del hidrógeno verde podría perder fuerza, incluso tiene la sensación de que Gabriel Boric ya no está tan involucrado en el H2V como lo estaba en un comienzo. “El gobierno del Presidente Boric va a pasar a la historia por varias cosas, entre ellas la reforma previsional, no lo veo pasando a la historia por hidrógeno verde”, sentencia.
“Siento que la conjunción histórica de hoy dice que el hidrógeno verde se apaciguó”, cerró su reflexión en torno al hidrógeno verde, el cual califica como un sueño.
Plan de Zona Extremas
– Tengo entendido que usted fue uno de los que se mostró molesto por no conocer el listado de los proyectos del Plan de Zonas Extremas.
– “Sí, pero también defendí ahí mismo que los consejeros regionales de su momento no participaron. ¿Se hizo participación ciudadana? Se hizo. Y, por lo tanto, si cualquiera de nosotros dice desconocerlo, es culpa nuestra (…) Los Cores tomaron el acuerdo de no ir”.
– Eso se puede utilizar como argumento para no entregarles en listado.
– “O sea, para mí, no. Yo vengo llegando. Entonces, yo pedí que se me llevaran las actas de las reuniones en las que se discutieron los temas. O sea, si no me quieren decir cuáles son, voy a pedir las actas de cuando se discutieron. Pero, no me preocupa mucho porque ese plan tiene que pasar por el Consejo. Yo siento que es un plan que no va a tener ninguna nota o ningún color que provoque el riesgo de perder todo. Tenemos que generar un consenso tan bueno como el que se hizo en la reforma previsional que permita que lo aprobemos de forma unánime”.
– ¿Cuáles son los cinco proyectos que sí o sí deben estar en este plan?
– “Terminar el proyecto de la Costanera, construir el camino que abra el territorio de la península de Brunswick, el Centro Antártico tiene que estar (…) Debe haber un gran proyecto, no sé ni cómo llamarlo, para no abrir la polémica, pero debe haber un lugar apto para juntar a veinticinco mil personas bajo el techo”.