Prepararse para una región que envejece: el desafío de innovar en salud pública
La Región de Magallanes, como muchas otras en el país, enfrenta un cambio demográfico significativo: el envejecimiento de su población. Este fenómeno plantea retos en términos sociales y económicos, y obliga a rediseñar las políticas públicas, especialmente en el ámbito de la salud. La atención a los adultos mayores debe evolucionar para garantizarles calidad de vida, acceso oportuno a tratamientos y un enfoque integral que abarque no sólo sus necesidades médicas, sino también las sociales y funcionales.
En este contexto, el reciente logro del Hospital Clínico Magallanes, liderado por la Dra. Paola Balcázar Valdés, es un ejemplo del camino a seguir. La validación y adaptación cultural de la Escala Clínica de Fragilidad (ECF) representa un avance clave en la atención geriátrica. Esta herramienta, publicada en la Revista Española de Geriatría y Gerontología, permite una detección temprana y precisa de la fragilidad, condición que afecta significativamente a las personas mayores y las expone a riesgos elevados de discapacidad, hospitalización y mortalidad prematura.
La ECF no sólo refleja la importancia de la innovación en salud, sino también el rol de la investigación aplicada en la mejora de los servicios. Gracias a su implementación, los profesionales de Magallanes tienen ahora una herramienta práctica, accesible y validada que facilita intervenciones personalizadas y más eficaces. Esta iniciativa, además, posiciona a la región como un modelo en el abordaje de los desafíos del envejecimiento, sentando precedentes para el resto del país y la zona latinoamericana.
Pero este es únicamente el comienzo. El envejecimiento de la población exige un enfoque integral que incluya tanto herramientas como la ECF, mejora sustancial en la infraestructura y los servicios de salud, invertir en tecnología médica, formar especialistas en geriatría y fortalecer la atención primaria, como promover la corresponsabilidad en los cuidados. Asimismo, se deben desarrollar programas preventivos que fomenten estilos de vida saludables desde edades tempranas, reduciendo así la incidencia de enfermedades crónicas en la vejez.
Además, no se puede ignorar el papel de las políticas públicas que trasciendan el ámbito de la salud. Es necesario avanzar en medidas que garanticen pensiones dignas, accesibilidad en el transporte público, viviendas adaptadas y espacios comunitarios que favorezcan la participación activa de las personas mayores en la sociedad.
La experiencia de la Dra. Balcázar y su equipo pone de manifiesto que el trabajo colaborativo, que involucra a instituciones públicas, privadas y académicas, es esencial para enfrentar los retos de una población que envejece. La fragilidad, como bien señala la especialista, no sólo es un problema médico, sino un fenómeno que requiere de un enfoque multidisciplinario, capaz de atender las múltiples dimensiones de la vida de los adultos mayores.
Magallanes tiene la oportunidad de liderar en la adopción de estas políticas y medidas, construyendo un modelo de atención que priorice la dignidad y el bienestar de su población mayor. Prepararse para una región que envejece no es una tarea opcional, es una responsabilidad compartida que marcará el futuro de nuestra sociedad. Es hora de actuar con visión, innovación y compromiso.