Desde Punta Arenas a la Nasa: la experiencia que cambió el chip de la pequeña Caroline Estrada Márquez
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La joven viajó gracias al programa “Un Buen Comienzo” organizado por la Fundación Oportunidad.
Caroline Estrada Márquez, una niña de 6 años y estudiante que pasó a primero básico en el Liceo Experimental de la Universidad de Magallanes en Punta Arenas, vivió recientemente una experiencia que marcará su vida para siempre: un viaje al Centro Espacial Kennedy de la Nasa, en Florida, Estados Unidos.
Este viaje fue el premio del concurso nacional “Haz que Despeguen”, organizado por la Fundación Oportunidad a través del programa “Un Buen Comienzo”, el cual premia la asistencia regular a clases en jardines infantiles y escuelas públicas de todo Chile. Los ganadores regionales, como Caroline, fueron seleccionados en base a su porcentaje de asistencia, destacando el compromiso de las familias y de los propios niños con la educación. En el caso de Caroline, su 91% de asistencia la llevó a obtener este reconocimiento único, poniendo en alto el nombre de la región de Magallanes.
Valeska Márquez, madre de Caroline, quien viajó con ella, describió la travesía como “una experiencia increíble” que abrió un mundo de posibilidades para su hija. “Fue espectacular desde el inicio. Todo estaba perfectamente organizado: la alimentación, los traslados, los alojamientos. Incluso nos dieron tarjetas para cubrir gastos personales. No tuvimos que preocuparnos por nada”, compartió emocionada.
Camino al Centro
Espacial Kennedy
El viaje comenzó el domingo 19 de enero, recién pasado, con el traslado desde Punta Arenas a Santiago. Donde iban a abordar un avión hasta Houston, pero una inclemencia climática, obligó a dividir al grupo y ajustar las rutas, Caroline y su madre finalmente llegaron a Florida vía São Paulo.
La primera parada fue el Centro Espacial Kennedy, un lugar que dejó a Caroline y a su madre completamente maravilladas. La atracción principal fue el transbordador Atlantis, una nave que ha realizado 33 misiones espaciales y que se exhibe con un nivel de detalle impresionante. “La cara de los niños lo decía todo. Fue un espectáculo único, lleno de tecnología y conocimiento. Tuvimos un guía que traducía todo, lo que hizo que la experiencia fuera aún más enriquecedora”, relató Valeska, agradecida de la oportunidad que tuvo su hija.
El segundo día estuvo dedicado a SeaWorld, un parque temático que combina educación y entretenimiento. Caroline disfrutó de shows con orcas, delfines y manatíes, además de recorrer atracciones y montañas rusas que, según su madre, “eran gigantes, como todo en Estados Unidos”. Aunque el clima fue más frío de lo esperado, esto no impidió que los niños disfrutaran cada momento.
Para Valeska, el impacto del viaje en su hija fue evidente desde el momento en que regresaron a Punta Arenas. “Este viaje le cambió el chip. Desde que llegamos, Caroline no para de hablar de lo que vio y aprendió. Quiere volver a Estados Unidos cuando crezca y ya empezó a mostrar interés por aprender inglés. Fue un cambio enorme para ella”, señaló con orgullo.
Caroline ha comenzado a compartir sus vivencias al retornar a su hogar, despertando en ellos curiosidad y motivación, no solo por la Nasa, sino también por el idioma inglés. Hoy sueña con volver.
Más allá del premio
El concurso “Haz que Despeguen” busca generar un impacto duradero en los niños, sus familias y comunidades. Para Valeska, ser parte de esta iniciativa fue un honor y una responsabilidad. “Queremos motivar a otras familias a participar y demostrar que la educación y la constancia son fundamentales. Este premio nos cambió la vida y queremos que más niños tengan la oportunidad de vivir algo así”, expresó.