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Crisis en Natales: profundo deterioro institucional

Por La Prensa Austral Viernes 31 de Enero del 2025

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El reciente anuncio de la querella criminal presentada contra la exalcaldesa de Natales, Antonieta Oyarzo, por presunto fraude al fisco y administración desleal, es un nuevo capítulo en la preocupante saga de irregularidades en la gestión municipal. La denuncia, interpuesta por la administración de Ana Mayorga, acusa un déficit millonario y pone en tela de juicio el manejo de fondos públicos en una comuna que hoy enfrenta un grave desequilibrio financiero.  

La querella revela que la Corporación Municipal de Natales (Cormunat) acumuló un perjuicio patrimonial de más de $10 mil millones, con hallazgos que van desde desvío de fondos, contratos irregulares y un desmedido aumento de personal, hasta el incumplimiento de obligaciones laborales. Entre los antecedentes expuestos, destaca el uso indebido de recursos destinados a Educación, el aumento de remuneraciones sin respaldo financiero y la firma de acuerdos que generaron una carga fiscal que hoy impacta directamente a la comunidad.  

Este escándalo no es un caso aislado, sino parte de una crisis estructural en la gestión municipal. La Contraloría ha documentado prácticas que rayan en la ilegalidad: contratos sin respaldo documental, pagos sin justificación, uso de software pirateado en equipos municipales y una explosiva contratación de personal a honorarios en los últimos meses de la administración de Oyarzo.  

Es difícil para la ciudadanía seguir creyendo en sus autoridades cuando cada nuevo gobierno local parece heredar más deudas que soluciones. Natales no es la excepción. La misma comunidad que confió en su exalcaldesa ahora ve con desconfianza la denuncia de su sucesora, preguntándose si este es un acto de justicia o una disputa política con trasfondo electoral.  

Más allá de los nombres y las querellas, lo que aquí se evidencia es una grave falta de planificación y responsabilidad en la gestión municipal. No es casualidad que la deuda previsional, los compromisos impagos con la Tesorería y la millonaria cuenta de luz adeudada sean el saldo de decisiones erradas, falta de transparencia y una cultura de la improvisación administrativa que se repite en distintas comunas del país.  

Las municipalidades no pueden seguir funcionando como feudos personales, donde cada nueva administración desmantela lo anterior y culpa a su antecesor, mientras los ciudadanos siguen pagando los costos de una gestión ineficiente y politizada. La pregunta de fondo es: ¿Cuántas querellas más serán necesarias para que la gestión municipal en Chile deje de ser una bomba de tiempo? 

La justicia deberá determinar las responsabilidades penales en este caso, pero, más allá de los tribunales, es fundamental que los organismos fiscalizadores actúen con mayor celeridad para evitar que estas situaciones se descubran cuando el daño ya está hecho.  

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