Desempleo en Magallanes: estabilidad aparente
El último informe del Instituto Nacional de Estadísticas sobre el desempleo en Magallanes nos entrega cifras que, a primera vista, podrían interpretarse como alentadoras. Un 4% de desocupación en el trimestre octubre-diciembre de 2024, una de las tasas más bajas en el país, parecería indicar que la región mantiene una estabilidad en su mercado laboral. Sin embargo, detrás de estos números se esconde una realidad preocupante: el aumento sostenido del empleo informal y la persistente desigualdad de género en el acceso al trabajo.
Más de 4 mil personas en Magallanes están desempleadas, una cifra que si bien es menor a la de hace un año, cuando más de 7 mil buscaban trabajo, ha aumentado con respecto al trimestre anterior. La tasa de desocupación femenina sigue siendo mayor, con un 5,1%, en comparación con el 3,2% de los hombres. Esto evidencia una brecha persistente que, pese a los discursos sobre equidad, sigue sin corregirse en los hechos.
El crecimiento del empleo formal en algunos sectores, como la enseñanza y el turismo, es una señal positiva. Pero el verdadero problema radica en el crecimiento del empleo informal, que ya alcanza el 21,1% en la región. En sólo un año, 1.305 personas más ingresaron a este sector precario, donde los derechos laborales son casi inexistentes y la inestabilidad es la norma. Aunque Magallanes aún se encuentra por debajo de la tasa nacional del 26,4%, la tendencia es preocupante.
Este aumento de la informalidad laboral no es casualidad. Responde a un modelo económico que sigue privilegiando la flexibilización del trabajo en detrimento de la seguridad social. Mientras el costo de la vida en Magallanes sigue en alza, cada vez más personas se ven obligadas a aceptar empleos sin contrato, sin previsión y sin estabilidad. La crisis del empleo no se mide sólo en la cantidad de personas que buscan trabajo, sino en la calidad de las oportunidades que realmente existen.
El gobierno y las autoridades locales no pueden seguir midiendo el éxito laboral sólo por la tasa de desempleo. Es necesario abordar de manera urgente las condiciones en que se están generando los empleos, especialmente para las mujeres y los trabajadores informales. Si el empleo que se crea es precario, sin derechos ni estabilidad, entonces no hay un verdadero avance en la calidad de vida de la población.
La estabilidad del empleo en Magallanes es una ilusión si no se toman medidas concretas para frenar la precarización del trabajo. Se necesita una política laboral que garantice seguridad social, condiciones dignas y oportunidades equitativas para todos. De lo contrario, las cifras seguirán disfrazando una realidad que, para miles de trabajadores, es cada vez más incierta y difícil de sostener.