A propósito del Día Nacional de la Prensa

Consejo Regional
Colegio de Periodistas de Magallanes

De muy antaño es la lógica donde el oficio pone el nombre a una profesión. Por ello, al escribir (e imprimir) periódicamente La Aurora de Chile, Fray Camilo Henríquez se transformó en el primer periodista chileno en difundir las ideas de la Independencia y la promoción de la discusión política y social en tiempos de la colonia.

Junto al periodista, nació el concepto más amplio de la prensa, definida como un conjunto de medios de comunicación a cargo de recopilar, procesar y difundir la información que es de interés público.

Han pasado dos siglos, 213 años desde aquel momento fundacional, y hoy, a multiniveles, tanto la labor de la prensa como el periodismo -unidos indisolublemente- transitan por una conflictuada expresión de sus cualidades intrínsecas.

Entre esos conflictos están la factura, cada vez más sofisticada, de fake news que con el aumento de la tecnología minan la credibilidad, tanto de medios tradicionales como de redes sociales, el abuso irresponsable de las libertades de expresión, prensa y opinión -ejercicio de poder amparado frecuentemente en el anonimato-, y el efecto adverso para la salud física, mental y espiritual del excesivo consumo diario de contenidos en diversas plataformas (la llamada “infoxicación” esgrimida por el experto en innovación de España, Alfons Cornella).

El filósofo coreano Byung Chun Han apuntó a esta crisis refiriéndose a la suma de hechos y cosas sobrepuestas, que ocurren de manera dispersa, separadas unas de otras y sin una lógica clara. Este fenómeno lo tradujo como una “crisis de la narración” donde la vida (los hechos) se han disociado del relato. 

Siguiendo esa línea cabe citar al periodista español Rafael Miralles Lucena, quien escribió en 2011 un ensayo denominado “La prensa escrita ante el desafío de nuevos medios” sentenciando que “el periodismo instantáneo es incompatible con la ambición tradicional del oficio informativo, porque abolir el tiempo equivale a abolir la información”.

Como corolario de esta reflexión, el Colegio de Periodistas no solo pone en valor y reconoce esta fecha fundamental para nuestra nación, acaecida a inicios de la Era Contemporánea, sino también impulsa a meditar, re-conocer y re-descubrir los modos en que hoy se expresa la prensa y el ministerio de la profesión en esta Era Digital.

Asumimos entonces una actitud de alerta ante los diversos embates que sufre la prensa, llamando a reforzar la labor periodística con la visión crítica de sus profesionales -siendo ello un gran desafío para las universidades- con verdadera pasión y entendimiento de que, la libertad de expresión y de prensa, son fundamentales en la construcción de nuestras democracias.