Madre magallánica denuncia falta de apoyo a personas con autismo severo
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– Falta de residencias, redes de apoyo y respuestas concretas de las autoridades son algunas de las falencias denunciadas.
Nancy Contreras Vidal, madre de Felipe, un joven de 23 años con autismo severo, vive una situación límite debido a las constantes crisis de su hijo, que incluyen autolesiones y agresiones hacia su entorno, hechos que la han obligado a clamar por ayuda. Su casa no cuenta con espejos ni televisores, ya que cuando su hijo entra en crisis rompe las ventanas y muchas veces se lastima en el proceso. Nancy se va de su casa cuando su hijo está en crisis y espera ayuda para poder contenerlo. La pregunta que queda en el aire es: ¿Qué sucederá cuando ya no pueda escapar?.
Desde hace meses, ha intentado visibilizar su situación, entregando cartas a autoridades locales para impulsar la creación de un catastro que identifique a otras familias en condiciones similares. Sin embargo, las promesas de acción no se han concretado. “Cuando algo vuelve a salir en la prensa, ahí sí muestran interés, pero luego todo queda en nada”, afirma Nancy, quien siente que la atención hacia su caso solo se activa de forma momentánea y sin continuidad.
Denuncia falta de respaldo y la desidia de las autoridades, quienes no le entregan soluciones estructurales que atiendan la complejidad del caso.
Actualmente, su hijo se encuentra hospitalizado, lo que le ha permitido a su madre un respiro temporal. No obstante, la alta médica programada para los próximos días genera gran preocupación, ya que tiene crisis cada tres o cuatro días y su madre no cuenta con los medios para controlarlo.
Aunque las salidas controladas desde el hospital se han realizado con normalidad, Nancy advierte que estos avances son pasajeros porque su hijo sale medicado y ella tiene apoyo temporal, lo que no representa una solución sostenible. “No es que yo quiera deshacerme de mi hijo”, señala, agregando que necesita ayuda para poder cuidarlo y darle el tratamiento y el apoyo que necesita.
La situación de su hijo pone en evidencia la falta de espacios residenciales especializados en la región para personas con autismo severo. Según Nancy, los centros diurnos existentes no están diseñados para casos como el de su hijo, que requieren atención integral y supervisión permanente. “No puedes poner a alguien que no pueda defenderse junto a una persona que, en una crisis, puede agredir a otros”, explica. Sin políticas públicas efectivas, las familias enfrentan el estigma social y el miedo constante de no poder manejar situaciones críticas.
La situación descrita por Contreras Vidal refleja una realidad profundamente angustiante y desoladora que enfrentan muchas familias en condiciones similares, quienes cuidan a personas con autismo severo sin contar con las herramientas ni el apoyo necesario por parte de las instituciones públicas. Sin embargo, la falta de apoyo institucional agrava el desgaste físico y emocional, dejando a las familias en un estado constante de angustia y desesperación.