Los grandes de la música en Magallanes (5)
La segunda mitad de la década de 1980 amalgamó diversas corrientes musicales, algunas históricas como el rock progresivo o la canción social. Pero hubo un estilo que quedó como el sello de ese periodo, en el cual además, logró su consolidación; se trata del “New Wave”, aquella fusión de rock y pop, inmersa en una propuesta estética de vestuario, peinados y maquillaje.
El movimiento surge a fines de la década de 1970 en Estados Unidos y el Reino Unido (Blondie, R.E.M. The Cars, por ejemplo) y pega fuerte en Argentina, país que se considera la cuna del “Rock Latino” que, en nuestra opinión, es más bien “Pop Latino” y en buenas cuentas “New Wave” Latino, con exponentes como Soda Stereo, Virus, Raúl Porchetto, Rosa María Yorio, Miguel Mateos o el Charly García ochentero.
Por supuesto el correlato chileno no se hizo esperar y así surgen intérpretes como Aparato Raro, Banda 69, Emociones Clandestinas, La Ley, Grupo Nadie, Upa, Los Prisioneros, Saiko, Cinema, Aterrizaje Forzoso o Valija Diplomática. En este movimiento los magallánicos también dijimos “presente”.
Del “Barrera” a “Sólo un sueño”
Mediados de la década de 1970 y los liceanos de entonces (Liceo de Hombres o Liceo Luis Alberto Barrera) nos juntábamos generalmente en la esquina de Magallanes y Avenida Colón y eso era en las mañanas temprano y al mediodía tipo 13 horas. Se formaban pequeños grupos unidos por intereses comunes, uno de estos era el de los aficionados a la música, la que escuchábamos entonces: rock progresivo (Yes, Focus, Emerson, Lake and Palmer, Led Zepellin, Génesis, Jethro Tull y otros). En la patota habíamos de diferentes cursos, incluso de algunos de otros colegios y entre todos sobresalía uno que sabía de estas cosas: Rodrigo “Roly” Leiva, un tipo tranquilo, serio, formal, ordenado en el vestir y presentación personal (“compuestito”, como decíamos entonces). Era de palabra amable pero precisa, siempre dispuesto a compartir sus discos y su sabiduría. Tocaba guitarra y bajo y su acabado conocimiento musical, su gusto por los libros y su amplia cultura ya insinuaban el curso de su futuro. Ingresó a la carrera de Ingeniería en Sonido en la Universidad Austral de Chile y, en 1985 se integra al grupo Aterrizaje Forzoso, el primer conjunto provinciano de la hornada ochentera. Viajan a Santiago y regraban para el sello EMI en 1986 su primer cassette “Sólo un sueño”, correspondiente al título de su canción más exitosa. En 1987 y 1988 registrarían respectivamente los álbumes “Loca Confusión” y “No más Fronteras” (en el cual Leiva figura como músico invitado). Triunfan a nivel nacional con hits como “Chica caribeña” o “Despertar sin ti”. Aterrizaje Forzoso estuvo vigente entre 1982 y 1988; “Roly” Leiva que tocaba guitarra y teclados permaneció hasta el final, para luego formar parte de Sexual Democracia entre 1993 y 1994. Con ellos grabó el álbum “Sudamérica suda” que incluye la reversión de la cumbia “Macondo” (“…mariposas amarillas, Mauricio Babilonia…”) quizá el mayor impacto de esta agrupación. En dicha producción Leiva es co autor de tres temas, entre ellos el que le da el título al disco.
De la “Sala de música” a “Los locos rayados”
En crónicas anteriores nos referimos al semillero musical del Liceo San José de donde salieron grupos como Patagonia 4, América Sur, Cormorán o Paralelo 53 y la misma Agrupación Coral Salesiana. Los grupos nombrados eran todos de raíz folclórica, no obstante, surgió también un conjunto electrónico del género internacional, aunque de menor trascendencia. Se trataba de Los Amsterdam, con la clásica de formación de voz, guitarra, bajo, teclado y batería, uno de sus integrantes era el tecladista Alfonso Feeley.
Continuará…




