Las tres horas de declaración de la perito de Carabineros en juicio por homicidio de peluquero
Este martes tuvieron lugar las presentaciones de los últimos medios probatorios respecto del juicio oral por homicidio en contra de Mauricio Meneses y Lucas Mora Millalonco, acusados de ultimar a Luis Carrasco Coloma, quien se desempeñaba como peluquero y le cortaba el cabello a ambos imputados. Una declaración clave fue la aportada por la perito de Carabineros, Alejandra Concha Muñoz, que expuso por más de tres horas y media frente a los interrogatorios de la fiscal, querellante y abogados defensores. Su testimonio, podría dar un vuelco en el caso.
En las conversaciones de pasillo se oía decir a los defensores que se mantenían seguros de su posición en el juicio. La defensa alega que se trató de un lamentable y fatal accidente, sin mayor dolo. No obstante, la declaración de la perito cambió este parecer y ya sobre los estrados se veía cómo algunos de ellos se tomaban la cabeza.
La mayor Alejandra Concha Muñoz tiene vasta experiencia como perito, trabajando para el Laboratorio de Criminalística de Carabineros. Hasta la semana pasada fue la jefa de la sección de Laboratorio del departamento de Criminalística y ahora es alumna de la Academia de Ciencias Policiales de Carabineros.
La perito criminalística estuvo en el sitio del suceso aquél 19 de junio de 2022, en el pasaje Pumanzano, donde se registró el crimen. “Me constituí en un sitio del suceso mixto, donde había ocurrido un homicidio. Efectuamos levantamiento de evidencia, un trabajo técnico científico, con la finalidad de establecer los hechos ocurridos en el lugar y la criminodinámica. Posteriormente nos desplazamos hasta la Primera Comisaría de Punta Arenas, asociados a los hechos que se investigaban, trabajamos con ambos y finalmente concurrimos lamentablemente hasta el Sar Juan Damianovic, donde había una persona fallecida con la cual también efectuamos trabajo técnico científico a fin de establecer los hechos ocurridos en los delitos que se investigaron”.
Concha Muñoz explica que “la finalidad que tiene un perito criminalístico es establecer la interacción entre sitio del suceso, víctima, victimario. Por lo tanto nosotros efectuamos un levantamiento de evidencia orgánica, la cual pudo establecer perfiles genéticos. Se hizo una descripción de manchas de sangre en el lugar, de las vestimentas que utilizaban los detenidos, como otro tipo de evidencia”.
Lo que es concluyente, señala Concha, es que “se pudo determinar en el sitio del suceso la participación, mediante genética forense, de los detenidos, como asimismo estaba en el sitio del suceso el perfil genético de las víctimas”.
El día de mañana se retoma el juicio en el último día de la audiencia, donde se escucharán los alegatos de clausura de las partes a partir de las 9 horas en el Tribunal Oral en lo Penal de Punta Arenas.
Interrogatorio
La fiscal Katerina Aranis, en un momento del interrogatorio, le consultó por sus comentarios sobre las muestras obtenidas de ambos imputados. “Pudimos establecer de forma científica la participación de ambos detenidos, ya que estos mantenían en sus manos sangre del posteriormente fallecido Luis Carrasco Coloma. Sangre que estaba en sus manos, en sus vestimentas y por lo tanto, ellos debieron haber estado en el momento en que se desangra y en esta participación violenta que ocurre al interior de Pumanzano 4095”, respondió Concha.
Complementó agregando que le llamó la atención “los patrones de sangre que mantienen, porque si la víctima cae lesionada en el vidrio, no debería haber tenido tanta sangre ninguno de los dos detenidos. Eso, conforme a los patrones de sangre hallados en el lugar, permite entender de que hubo otra interacción posterior cuando la víctima ya estaba perdiendo sangre”.
Frente a una escena de ese tipo, la reacción natural humana sería prestar ayuda, al ver que la persona estaba perdiendo sangre. “Se podría haber realizado una maniobra de torniquete para poder ayudarlo y auxiliarlo, haber sido trasladado a un centro asistencial donde hubiese sido intervenido y posteriormente hubiese estado vivo, lesionado pero no hubiese muerto. Sin embargo, debieron haberse generado otros hechos violentos al interior que permiten entender que había tanta sangre repartida por todas las partes de las murallas, en la estructura”.
Procedió a describir la escena y los múltiples patrones sanguíneos que fueron analizados, para ejemplificar de que estuvo mucho tiempo en el lugar. “Lo que quiero decir con esto es que tuvo un sangrado que fue innecesario. Con un sangrado que fue posterior al hecho o a la lesión que le genera posteriormente su muerte”.