Retraso en las obras del Liceo Bicentenario de Porvenir obliga a compartir espacio con la Escuela O’Higgins hasta abril
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Los alumnos medios deberán compartir el inmueble con los escolares básicos, aunque en horario diferido, en un edificio antiguo y saturado en el que hace una década se sufre de hacinamiento.
Con una muy mala noticia se encontraron las comunidades educativas de los dos colegios públicos de la comuna de Porvenir ayer, durante las acciones para el inicio oficial de las actividades docentes, cuando directivos y profesores se enteraron de que las obras de mejoramiento que ejecuta la Municipalidad de Porvenir en el Liceo Bicentenario Hernando de Magallanes -licitado a la Constructora J.V.L. de Punta Arenas por $450 millones- no estarán terminadas este miércoles, cuando se reanuden las clases en todo el país. En efecto, según conocieron los equipos docentes, los trabajos tienen al menos dos semanas más de concreción, debido a la complejidad de sus distintos aspectos, entre ellos la renovación de techos, cambio de puertas, ventanas y recubrimientos, entre otros.
¿Por qué este escenario afecta a los dos planteles de educación pública?
Porque la solución implementada entre los directivos de ambos establecimientos, en acuerdo con el Servicio Local de Educación Pública (Slep), es que las clases para los estudiantes del liceo se realicen, en este tiempo, en el antiguo inmueble de la Escuela Bernardo O’Higgins Riquelme, compartiendo el espacio con los alumnos de este último colegio, aunque en horarios diferenciados. De este modo, se diseñó un horario matutino para los cerca de 600 escolares y otro en la tarde para los 440 liceanos.
Esto implica que el antiguo edificio, que ya está sobre saturado de alumnos y que desde hace más de una década reclama por el hacinamiento que sufren, que incluso ha llevado a destinar salas especiales como aulas de clases, tendrá que albergar a un millar de estudiantes durante las dos semanas en que se terminará el proyecto del liceo. El horario para los dos grupos de estudiantes será el siguiente: los alumnos del liceo entrarán a las 14 horas y tendrán clases hasta las 19 horas; los escolares tendrán su horario sólo en las mañanas, de 8 a 13 horas.
En cuanto a los almuerzos proporcionados por la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb), se servirán a las 13,30 horas a los alumnos “dueños de casa”, antes del ingreso de los jóvenes liceanos, quienes, al ingresar después del horario de almuerzo (se supone que comerán en sus hogares), recibirán sólo una colación. Esta fórmula fue ideada para evitar que los estudiantes de enseñanza media tuvieran que asistir a clases en horario vespertino, entre las 17,45 y las 22 horas, como se había propuesto inicialmente.
Sólo un proyecto en ejecución
Cabe consignar que el horario normal en el liceo sería de 8 a 13 horas y de 14,30 a 17,45 horas, si estuvieran en su colegio con el proyecto de remodelación ya terminado. Además, la municipalidad tenía que haber iniciado una iniciativa similar en la Escuela Bernardo O’Higgins, pero tras dos licitaciones fallidas, los recursos pasaron a disposición de la Seremi de Educación, para que ésta los destine según lo estime conveniente. Esto ocurrió cuando un funcionario de la Dirección de Administración y Finanzas (Daf) del Slep se reunió con personal de la Secretaría de Planificación Comunal (Secplac), para tratar sobre un trato directo o hacer una nueva licitación, pero se le informó que el jefe de esa unidad empezaría sus vacaciones.
“Por razones de seguridad, esta
medida se mantendrá hasta abril”
Ni siquiera serán las dos semanas mencionadas ayer en el ámbito educacional local, ya que desde su Unidad de Comunicaciones, el Servicio Local de Educación Pública (Slep) de Magallanes ratificó ayer la medida implementada para asegurar el retorno a clases del alumnado del Liceo de Porvenir. “En efecto, el proyecto municipal de mejoramiento (del liceo) no está terminado, pero lo importante es garantizar la seguridad de los estudiantes y un ambiente adecuado, ya que no pueden asistir a clases en un entorno lleno de polvo y ruido”, dijo el vocero.
“Esto debería durar hasta el mes de abril, aunque nos imaginamos que la municipalidad tratará de acelerar el proceso. Sin embargo, siendo realistas, lo más probable es que la situación se prolongue durante todo el mes de abril”, agregó el vocero del Slep regional. Añadió que en algún momento el municipio propuso hacer las clases utilizando sólo la mitad del edificio del liceo, pero por medidas de seguridad y confort de la comunidad educativa, esta opción no fue viable. Por eso se optó por recurrir a las antiguas instalaciones de la Escuela Bernardo O’Higgins.




