Un vendedor ambulante, un hijo enfermo y una hija fallecida: la historia de la familia Barría Valdés

Lucas Ulloa Intveen
lucas.ulloa@laprensaaustral.cl

Esteban Barría Castillo lleva más de 20 años trabajando como vendedor ambulante de frutas en las afueras del Unimarc de Bories, pero a partir del último año, acusa una persecución en su contra que no lo deja trabajar como a sus otros colegas. Este sábado personal de Seguridad Municipal con apoyo de Carabineros decomisaron nuevamente toda su mercadería, el único sustento para su familia. Su trabajo y la fruta decomisada, son la forma con la que costean los tratamientos para uno de sus hijos con síndrome de Down y oxigenodependiente, además de la educación y materiales de otros dos niños del San José.

La situación vivida este sábado fue la gota que rebasó el vaso para la familia de Esteban y Bárbara Valdés. Hace poco más de un mes ya le habían incautado un camión con toda su mercadería dentro, quedando sin productos para la venta. Consiguió un trato de buena voluntad con la Frutería El Talquino para tener la mercadería a concesión. “Si no hubiera sido por ellos, yo no seguiría trabajando”, relata Esteban. Esta incautación lo dejó ya con deudas.

Esteban asumió la culpa de aquella vez, apelando a la comprensión humana. El camión fue incautado porque estaba mal estacionado. No obstante, la condición de su bebé, que implica constantes idas y venidas al hospital, lo llevó a olvidar la prohibición de estacionar en tal lugar, frente al Unimarc de Bories. 

La situación familiar es conocida por Seguridad Municipal, según asegura la familia, puesto que muchas veces se topaban con el jefe de Inspecciones, Sergio Oyarzo, en dependencias del hospital. “Me lo topé varias veces en el hospital, en la Uci, donde el niño se encontraba internado y le expliqué al señor Oyarzo nuestra situación y no fue comprendida”, sostiene Esteban.

A su juicio, se trata de una persecución del alcalde Claudio Radonich, con quien ha tenido encontrones en reuniones pasadas junto a otros vendedores ambulantes. “El de manera déspota me ha dicho en la cara que no me va a dejar trabajar. Me ataca a mí y a mi colega. ¿Y ahora qué hago, si me volvieron a quitar todo? Esto se está volviendo un drama familiar porque nos quitan con lo que nosotros sobrevivimos”, explica.

Este sábado Esteban Barría no estaba trabajando en el puesto, ya que se encontraba un socio de él. La persona reaccionó con agresividad ante el actuar del personal municipal, llegando a golpear a uno de los funcionarios, lo que llevó a que fuera detenido. En la revisión de sus antecedentes se constató que mantenía una decena de detenciones desde 2005 hasta la fecha, por delitos varios como hurto, microtráfico, amenazas a Carabineros, porte ilegal de arma de fuego, entre otras.

Bebé con atresia esofágica

Su hijo de menos de un año nació con una anomalía congénita conocida como atresia esofágica, lo que lo llevó a pasar sus primeros cinco meses de vida hospitalizado en la Unidad de Paciente Crítico Pediátrico del Hospital Clínico. Los primeros 30 días estuvo con riesgo vital y ventilación mecánica; posteriormente ha tenido múltiples cirugías y complicaciones a nivel pulmonar e infecciones, lo que derivó en varias reintervenciones. Actualmente vive conectado a un tanque de oxígeno, se le diagnosticó síndrome de Down y es paciente del Centro de Rehabilitación.

Todo el tiempo que estuvo hospitalizado, su familia no pudo estar trabajando producto de la atención especial que requería su bebé. Esteban afirma que desde los seis meses anteriores al nacimiento de su hijo, ya era constantemente multado y no podía trabajar con tranquilidad.

Ellos viven actualmente en prolongación Pedro Aguirre Cerda, en el sector sur de la ciudad y desde ahí tienen que hacer constantemente los traslados hacia el hospital y el Centro de Rehabilitación. Con la llegada del invierno deberán buscar una nueva casa en el sector norte, frente a posibles emergencias de salud. “No puedo tener a este niñito ahí si a las 2 de la mañana le pasa algo. Aunque la ambulancia venga, si se demora 15 minutos ida y 15 de vuelta, se pierde mucho tiempo”, narran Esteban y Bárbara.

Todos estos gastos se suman a los útiles escolares que deben costear para los estudios de sus otros dos hijos, quienes están becados en el Liceo San José. Sin embargo, el gasto en uniformes, cuadernos y demás útiles, se hace más pesado aún en marzo.

Muerte de hija trans

Como si todo esto fuera poco, otra tragedia golpeó a la familia hace muy poco, que también implicó desembolsar cuantiosos gastos. El pasado sábado falleció la hija mayor de Bárbara, identificada como Kenia Chacón Valdés. Ella había hecho noticia ya en agosto del año pasado, al ser víctima de numerosas puñaladas, en lo que definió su abogada como un “crimen de odio, en que se unen la violencia de género y la discriminación”. Este viernes, el agresor, un menor de edad, quedó sin la medida de arresto domiciliario total para que vuelva a retomar sus estudios.

El deceso de Kenia, según informó la propia familia, fue por una situación ajena a la agresión que sufrió el año pasado, que la dejó incluso con riesgo vital. La información que se les indicó por parte del Servicio Médico Legal es que sufrió de un infarto fulminante. Kenia tenía sólo 24 años.

El funeral fue el martes de esta semana. “Gastamos toda la plata que teníamos ayer pagando el cementerio. A mi hija la sepultamos el martes y eso tiene costos”, relata Bárbara Valdés. “Salgo del hospital, mi hijo se recupera un poco, se muere mi hija, la entierro el martes y hoy me despierto con que nos quitaron todo”, subraya.

Descargos del alcalde

El alcalde Claudio Radonich fue consultado por La Prensa Austral respecto de la situación acaecida este sábado en calle Bories. Manifestó que la persona que fue detenida mantenía un gran reporte de detenciones por delitos varios, aunque es “la primera vez que hay una agresión de comercio ambulante ilegal con un funcionario”. Esto, plantea, traerá repercusiones a nivel judicial.

“Hemos tenido denuncias por malos tratos, por suciedad y de repente por no estar en las mejores condiciones. Eso lo vamos a fiscalizar con mucha fuerza, como lo hemos hecho todo este año”, recalcó el alcalde Radonich. “Lo que vimos hoy fue gravísimo, porque la persona que estaba ahí tenía 10 detenciones por delitos graves, vendiendo sin papeles y creyendo que sería dueño y además agredió a un funcionario. Eso no se va a tolerar aquí nunca”.

El alcalde adelantó que tendrán nuevas reuniones con el comercio establecido para retomar y señalar que las nuevas fiscalizaciones serán mucho más rápidas frente a las denuncias de vecinos. De esta forma “las ordenanzas y las normas no caigan en un espacio que no tienen ningún tipo de eficacia”.