Delicia”: Comiéndose gente rica
Guillermo Muñoz Mieres
periodista
Alemania, 2025
Directora: Nele Mueller Stofen
Protagonistas: Carla Díaz, Valeria Pachner, Fahri Ogun
En Netflix
La primera escena de “Delicia” lo dice todo. Mientras se dirigen rumbo a sus vacaciones, una familia adinerada se encuentra con una protesta anticapitalista que les obstruye el paso y, para más colmo, un manifestante les cruza el auto de lado a lado.
Luego los vemos disfrutando de sus vacaciones en una villa francesa, con cámaras vigilantes y unas puertas de ingreso que, a primera vista, parecen seguras.
Y hasta allí llega Teodora, una joven a la cual han atropellado accidentalmente la noche anterior por cierto exceso de alcohol, y para evitar la culpa y otros “cargos”, la contratan como empleada.
Teodora es eficiente, amigable, se gana la confianza de sus patrones y los dos hijos, pero también es algo misteriosa y, poco a poco, va develando sus intenciones.
“Delicia” es un thriller de suspenso, pero a la vez forma parte de ese subgénero de películas con cierta crítica social llamadas “antiburguesas”, porque deslizan —a veces con algo de metáfora— un discurso contra la desigualdad de clases y la advertencia de que esto puede terminar mal, como lo hizo la cinta coreana ganadora del Oscar “Parasite” (2019), o con más profundidad “La ceremonia” (1995), aquella película del francés Claude Chabrol donde una empleada doméstica termina dominando a sus patrones.
“Delicia” tiene de ambas y ostenta esta idea con una fotografía construida plano a plano, donde las cosas parecieran estar en su lugar y los rostros —sobre todo el de Teodora— son ambiguos, porque puede ser una chica buena… y bueeeno, quizás no tanto.
Su debilidad está en un guion demasiado “armado”, donde todo va en pos del discurso “antiburgués”. Y construyen a los personajes de la familia con cierta ingenuidad, como para no darse cuenta de que están siendo parte de un plan macabro. Y si así fuera, entonces los conspiradores tendrían algo de razón, porque significaría que más poder adquisitivo no es proporcional a inteligencia.
Lo demás es una película que se sostiene por un eficiente —aunque demasiado adocenado— manejo narrativo, y una intriga que por detrás esconde un manifiesto de principios contra el sistema capitalista y contra quienes disfrutan de sus bondades sin preguntarse qué han hecho para merecer esto. ¡Qué susto!