“El crear estos comités de desarrollo productivo va a impedir que avancemos en descentralización”

Esta semana fue presentado el nuevo Comité de Desarrollo Productivo de Magallanes, una instancia aplaudida por las autoridades partícipes del evento y que fue descrita como un gran avance en descentralización. No obstante, no todos concuerdan que esto sea tan así. Para Christian García, exadministrador regional del gobierno regional de Magallanes, quien ha impulsado diversas medidas descentralizadoras en conjunto con el gobernador Flies, se trata de un lamentable retroceso.

“Uno ve que hay mucha intención positiva, buena voluntad para hacer descentralización. Pero una cosa diferente es cuando uno se pone a analizar si realmente lo que se está haciendo va a lograr descentralizar o no”, plantea inicialmente García. A su juicio, muchas acciones suelen presentarse como “descentralización”, cuando en su lugar lo que se estaría haciendo es “desconcentrar”.

“La desconcentración significa que tú estás colocando órganos del Estado en los territorios. Inclusive puede haber desconcentración funcional, donde hay ciertas decisiones que se toman en el territorio y el territorio decida y punto. En cambio, la descentralización se trata de formar una entidad con patrimonio propio, con personalidad jurídica propia, diferente del fiscal, que tiene sus propias autoridades, normas y recursos. Por eso se habla de la descentralización en las tres áreas: administrativa, fiscal y política”, explica el exadministrador regional. 

– ¿Por qué esta entidad, este comité, no sería un organismo que impulse la descentralización?

– “Porque finalmente este organismo no depende del gobierno regional, ni es un organismo cuyas autoridades, por ejemplo, hayan sido electas por la ciudadanía. Aunque esté presente el gobernador, que sí fue electo, y algunos consejeros regionales que también fueron electos, el conjunto de esa entidad, no fue electo por la ciudadanía. Por lo tanto, no hay descentralización desde el punto de vista político. Desde el punto de vista administrativo y fiscal, esos recursos son de la Corfo, no es un patrimonio diferente que esté administrado autónomamente o que sea parte del Gore. El grave escollo de esto es que estos comités productivos existieron en los años 90 y estaban integrados por una serie de entidades, de personas del territorio. Pero ninguna de esas personas fue electa, los designaba la Corfo, el poder central. Hay muchos seremis, directores de servicio, el mismo intendente, ahora gobernador, etc”.

– ¿Qué interés tiene el gobierno central para elegir quienes se sientan en la mesa?

– “Hay algunos que van a quedar siempre, lo que va a cambiar es la persona, pero el cargo está. Los seremis, por ejemplo. Va a cambiar el gobierno, van a haber otros seremis. Los directores de servicio, lo mismo. Pero hay algunos que son representantes del empresario o de los trabajadores y en esa conformación hay algunos nombres que habría que ver cómo fue el mecanismo de elección, pero no es que la ciudadanía los haya elegido”.

– ¿Cómo fue el proceso de estos comités en los años 90 en adelante?

– “El año 2005, el Bid tuvo una misión en Chile y una de las cosas que recomendó para avanzar en descentralización es que estos comités se transformaran paulatinamente en agencias de desarrollo y que esas agencias dieran paso a corporaciones donde estuviesen asociados el sector público y el privado. Las corporaciones de desarrollo regional. Eso significó, en el año 2005, modificar la Ley de Gobiernos Regionales para que se puedan conformar estas corporaciones (…) Entonces, fueron los Gores y la Corfo los que, originalmente, dieron vía a estas corporaciones de desarrollo, porque fueron los continuadores y reemplazantes de las agencias de desarrollo, que a su turno fueron los reemplazantes de estos comités productivos”.

– En ese sentido, ¿cómo se interpreta esta vuelta a los comités?

– “Si volvemos a crear los comités productivos, estamos volviendo a los años 90, nos estamos perdiendo todo este proceso que significó crear las agencias y poder dar vía a las corporaciones de desarrollo. Por otro lado, si el argumento era querer que, sobre recursos de la Corfo, que no son del Gore, el territorio decida, el instrumento apropiado no era, por ningún motivo, estos comités. El instrumento apropiado era la Inversión Sectorial de Asignación Regional (Isar), que está en la constitución política, la ley de Gobierno Regional lo permite, pero escasamente se ha implementado y, de hecho, lo único que ha existido en términos de Isar son los programas de agua potable rural del Mop y, eventualmente, algunos programas de Fosis en algún tiempo. Pero nada más”.

– ¿En qué consiste este mecanismo y cómo podría haber sido aplicado?

– “Ese mecanismo significa que presupuestos de un servicio público, pudiese ser la Corfo, Sercotec, el que sea, lo sigue ejecutando ese servicio público, los cheques y la operatoria lo hace ese servicio público, pero la decisión de dónde se gasta, cómo se gasta, priorización, focalización y una serie de detalles que son más bien estratégicos, los hace el gobierno regional. ¿Cómo? A través de una propuesta que elabora el gobernador y se la presenta a votación al Consejo Regional. El Core la perfecciona, la sanciona, etc. Y esto debería tener, en definitiva, que un instrumento que la Corfo, el Sercotec o el servicio público que sea, se focalice o se ejecute con mayor pertinencia territorial. Entonces, el Gore lo que hace es tener una competencia resolutiva, pero el servicio público lo que hace es seguir con la operación”.

– ¿Cuál es tu visión finalmente sobre este paso hacia esta entidad?

– “El crear estos comités de desarrollo productivo va a impedir que avancemos en descentralización porque no vamos a tener Isar, menos vamos a tener transferencia de competencias y jamás nunca vamos a tener la creación de servicios públicos regionales. Por lo tanto, vamos a seguir con este modelo desconcentrado, pero nunca vamos a tener un estado descentralizado”.

– ¿Crees que va a generar mayor burocracia en cuanto al fomento productivo?

– “No, porque finalmente las decisiones se discuten, pero eso no quiere decir que va a haber más trámites. Aunque fuera un poco más de burocracia, tampoco sería preocupante. El punto está en la pertinencia, porque cuando uno descentraliza, lo que subyace detrás de la descentralización son básicamente dos conceptos. El primero es que esto sea económicamente más rentable, se gasta menos plata de parte del Estado, se es más ágil, porque la inversión se hace con mayor pertinencia territorial (…) El argumento de fondo es que la descentralización también se hizo, esta es una segunda ola de descentralización para fortalecer la democracia. Entonces, ¿quiénes son las autoridades electas democráticamente? Nadie más que la autoridad del gobierno regional. En este comité no está sentado nadie, salvo el gobernador y dos consejeros, de los 14 miembros que son, que haya sido nombrado por la ciudadanía”.

– Queda la duda de cómo se representa ahí a la ciudadanía…

– “Por eso yo insisto que en estos comités subyace un modelo corporativista fascista, que era lo típico que ocurría con los consejos de desarrollo social. Pero yo creo que esa idea hay que irla abandonando y por algo hoy día tenemos autoridades electas democráticamente que representan todos los intereses”.

– En su tiempo como administrador manifestó su oposición hacia esta idea. ¿Era compartida por el gobernador esta oposición?

– “Evidentemente que el gobernador la compartía, pero finalmente, insisto, esto es una cuestión que no es decisión del gobierno regional tener el comité. Se decide instaurar y, bueno, hay que meterse. Pero insisto, yo me oponía no porque no me gustaran los comités, me opongo porque no es descentralización, es desconcentración y porque los caminos para descentralizar, si se quería que los instrumentos de la Corfo tuvieran pertinencia regional, el instrumento era la Inversión Sectorial de Asignación Regional”.