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“Toto” Ríspoli: una historia de dos amores

Lunes 24 de Marzo del 2025

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Supo brillar inflando redes y encestando emociones durante más de dos décadas. El niño que despuntó con inusual talento en la década del ‘50, paulatinamente dejó de ser promesa para convertirse en realidad e inscribir su nombre con letras doradas en el palmarés magallánico y también a nivel nacional e internacional.

Un idilio con dos amores, el fútbol y el básquetbol, que supo gestionar con singular éxito. Es la historia de Antonio Ríspoli Giner, el deportista que, sin proponérselo, se transformó en una de las más grandes figuras que han surgido de la cantera deportiva regional, llegando al fútbol profesional con la camiseta de Palestino en tiempos pretéritos y escribiendo de forma paralela su propia historia como multicampeón de baloncesto en clubes y selecciones.

Hoy, a sus orgullosos 83 años de edad (04-06-41), “Toto” Ríspoli repasa esa gran trayectoria con anécdotas y matices que dejan sensaciones de satisfacción y agradecimiento, pues es consciente de que se ha ganado merecidamente un sitial de privilegio en el deporte magallánico.

EL PROFESIONALISMO

– ¿Cómo logra un magallánico llegar al fútbol profesional en plena década del ‘60?

– “Se jugaba un partido en el estadio de la Confederación, el clásico entre Naval (su club) y Pudeto. Y resulta que andaba en una gira política por Punta Arenas don Amador Yarur, quien era presidente de Palestino. En el Cabo de Hornos, donde se hospedaba, le contaron que ese día domingo había un partido muy bueno y fue al estadio. Ganamos 5-3 y tuve la oportunidad de hacer tres goles”.

“Al término del encuentro apareció este caballero en el camarín para hablar conmigo. Quería llevarme a Palestino. Le dije que yo era funcionario de la Armada y necesitaba permiso para viajar, pero me respondió que no me hiciera problemas porque él era amigo personal del Ministro de Defensa”.

“El miércoles siguiente me llama el Jefe de Estado Mayor para comunicarme que había llegado un ‘télex’ del Ministro de Defensa: a la una tenía vuelo a Santiago y me tuve que ir. Entrené jueves y viernes con Palestino y los dos días hice goles jugando por la reserva”.

– El debut fue goleador, nada menos que ante Universidad Católica.

-“Sí. Ese sábado empezaba el campeonato y Palestino jugaba con la Católica. El técnico (Miguel Mocchiola, quien había llegado desde la UC) me citó y cuando dio la alineación en la charla técnica yo me quería morir: Troncoso, Roberto Coll, Ríspoli, Carlos Verdejo y Hugo Castañeda en la delantera. Todo me miraban medio asustados porque yo había llegado apenas unos días antes”.

“Jugamos en Santa Laura a las dos y media de la tarde con 27 grados de calor. En la Católica estaban Néstor Isella, Alberto Fouillioux, Prieto, Armando Tobar, ‘Chocolito’ Ramírez y ‘Polo’ Vallejos era el arquero. En el segundo tiempo, como a los 15 minutos, Coll me mete una pelota y, tal cual como venía, se la metí en un ángulo al ‘Polo’ Vallejos. Fue el empate 1-1, imagínate la alegría, se me tiraron todos encima. Después terminamos perdiendo (1-2) pero todos me felicitaron en el camarín”.

– Y acto seguido otro gol, contra Colo Colo…

– “Sí. A la semana siguiente nos tocó Colo Colo en el estadio Nacional. Yo nunca había jugado de noche, había como 40 mil personas porque en el preliminar jugaron la ‘U’ con Audax Italiano. En ese equipo de Colo Colo estaban Misael Escuti, ‘Chita’ Cruz, Hugo Lepe, Montalva, el ‘Pela’o’ González, Ortiz, ‘Chamaco’ Valdés, Mario Moreno, Luis Hernán Alvarez, Beiruth, Bernardo Bello… Yo estaba nervioso, nos fuimos al descanso 2-1 arriba con goles de Verdejo y Coll. Nos empató Colo Colo promediando el segundo tiempo con gol del argentino Walter Jiménez y cuando faltaban 15 minutos se fue por la orilla González, centró y yo pesqué la pelota justo en la entrada del área y la coloqué abajo a un costado de Escuti. Ganamos 3-2 y cuando llegué al camarín la alegría de los árabes era inmensa, puros abrazos y felicitaciones. Fue todo muy lindo”.

“Alcancé a jugar una rueda y en el segundo partido con Católica, cuando empatamos 1-1 en el estadio Independencia, me enfermé en la noche, comencé a vomitar sangre y me llevaron urgente a la clínica. Fue una hepatitis fulminante que me tuvo casi un año y medio sin jugar”.

“Pese a que no jugué todo lo que hubiese querido, anoté 14 goles en 11 partidos y fui uno de los ‘scorers’ del equipo (Verdejo, el máximo anotador del club, convirtió 18 en 32 encuentros)”.

– Estuvo en Palestino entre 1964 y 1967. ¿Por qué no continuó en el profesionalismo si recién tenía 26 ó 27 años de edad?

– “Porque después pasó el tiempo, don Amador Yarur renunció al club, hubo otro tipo de dirigentes y empezaron los problemas con los sueldos. Me acerqué al gerente y le dije que no podía estar impago dos o tres meses. Ahí decidí volver a Punta Arenas. Me habló después el señor Imperatore, muy amigo de mi padre (Antonio Ríspoli Díaz), para llevarme al Audax y después Atilio Cremaschi me quiso llevar a Colo Colo, pero preferí volver acá”.

“Me fue bien en lo económico en el fútbol profesional. Gané mucha plata, hasta tres veces de lo que ganaba acá… Si no me hubiese enfermado, probablemente continuaba, pero estuve mucho tiempo sin jugar. Eso también me llevó a tomar la decisión de no seguir”.

HISTORIAS DE “BASKET”

– Y en el básquetbol, ¿cuáles son los momentos que más atesora?

– “Desde el año ‘60 para arriba todo fue muy lindo. Me fui el ‘64 de acá (a Palestino), pero entre 1959 y 1964 venían equipos de todos lados a jugar porque el básquetbol de Punta Arenas era bueno y casi todos esos años fui goleador”.

“Después también tuvimos momentos memorables. El ‘68 fuimos al Campeonato de Campeones a Valparaíso con Liceo; en 1970 fuimos campeones de Chile con Sokol acá y luego vicecampeones en el Sudamericano. También participamos en el torneo Malta Morenita; jugué por la Selección Chilena y estuve en varios Mundiales (de maxibásquetbol). Fueron lindas épocas”.

– ¿Y qué le gustaba más, el “basket” o el fútbol?

– “Me gustaba más el básquetbol. ¿Por qué? Porque daba gusto jugar en los gimnasios llenos de público, sin frío. Todos los domingos había tremendos partidos y venían equipos de Buenos Aires, Perú, Uruguay, de muchos lados”.

“En el fútbol también tuvimos muy buenos partidos con la Selección de Punta Arenas, jugamos contra Santiago Morning, la Unión, Colo Colo, yo mismo vine con Palestino. Pero el fútbol era diferente, siempre fue más frío, por el clima mismo, y las canchas eran malas en ese tiempo”.

“En todo caso, en esa época era usual jugar los dos deportes a la vez. La mayoría lo hacía: ‘Pirincho’ Ojeda, ‘Grasa’ González, Vicente Karelovic, Enzo Vidal… Se jugaba fútbol de noviembre hasta marzo o abril, por el clima, y después de abril a octubre era puro básquetbol”.

– ¿Qué opinión tiene del fútbol y el baloncesto actual?

– “Ultimamente el básquetbol ha ido repuntando, pero en los años ‘60 Punta Arenas era muy bueno. Estaba entre los tres mejores de Chile, con Santiago y Valparaíso. Y en cuanto al fútbol amateur puntarenense, siempre ha sido bueno, desde esa Selección que salió el año ‘50 y fue jugando hasta Arica, con el papá de Mario Galindo, mi papá, ‘Pancho’ Cresp, Urbina, Pascual Fernández y Rodolfo Bórquez entre otros”. 

 – A la hora del balance, ¿siente que se ha ganado un sitial de privilegio en la historia del deporte magallánico?

– “Yo creo que sí. No es que me quiera cachiporrear, pero siento que fui un superdotado para el deporte, porque cuando me ponía a jugar algo lo hacía bien. Me pasó por ejemplo con el pimpón. En general, he vivido momentos muy lindos, importantes y gloriosos”.

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