Uno de cada diez estudiantes en Magallanes consume tranquilizantes sin supervisión médica

Uno de cada diez estudiantes en Magallanes declaró haber consumido tranquilizantes sin receta médica durante el último año. Así lo reveló el más reciente Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar (ENPE), elaborado por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), cuyos resultados regionales fueron presentados recientemente.

Según el estudio, el 9,5% de los estudiantes de octavo básico a cuarto medio en Magallanes declaró haber consumido tranquilizantes sin receta médica durante el último año. Esta cifra representa una leve baja respecto al 9,9% registrado en 2021, pero confirma una tendencia persistente en el tiempo, lo que convierte a esta sustancia en una de las más consumidas por la población escolar de la región, superando incluso el uso diario de tabaco (4,1%) y el consumo anual de cocaína (4%).

Una droga silenciosa, pero presente

A diferencia de otras sustancias ilícitas, el consumo de tranquilizantes sin receta, que incluye benzodiacepinas como el clonazepam o el diazepam, puede pasar desapercibido por estar asociado a tratamientos médicos para la ansiedad, el insomnio o la depresión. Sin embargo, su utilización sin supervisión conlleva riesgos importantes, como dependencia, alteraciones del estado de ánimo, somnolencia crónica e incluso sobredosis cuando se combinan con otras sustancias.

Desde Senda advierten que este tipo de consumo suele producirse a través del acceso a medicamentos disponibles en el hogar o mediante redes informales, ferias o redes sociales. “Es preocupante porque los adolescentes no siempre dimensionan los efectos de automedicarse. Estamos frente a una conducta de riesgo que debe ser abordada desde la prevención y la educación”, señaló Lorena Guala, directora de Senda en Magallanes.

Estudio confirma estabilización en otras sustancias

El informe también entregó cifras sobre otras drogas de uso frecuente entre adolescentes. En el caso de la marihuana, se registró una leve baja, pasando de 22,9% en 2021 a 20,4% en 2023. También disminuyó el porcentaje de estudiantes que declaró haber recibido ofrecimientos directos de esta sustancia en el último año (de 30,2% a 28,4%).

El consumo de alcohol en el último mes se mantuvo estable en 22,2%, sin variaciones significativas respecto a la medición anterior (22,4%). La percepción de riesgo asociada al uso diario de alcohol se mantuvo en torno al 58%, y el 30,8% de los escolares declaró que les sería fácil conseguirlo.

Respecto a la cocaína (y/o pasta base), su uso bajó de 5,2% a 4% en el último año. Además, se observó una caída en los ofrecimientos de pasta base (de 6,3% a 3,0%) y, en general, una estabilización en el acceso a este tipo de drogas.

Contexto metodológico

La encuesta fue aplicada en las comunas de Punta Arenas y Puerto Natales, con una muestra efectiva de 1.181 estudiantes pertenecientes a colegios públicos, particulares subvencionados y particulares pagados. Esta muestra representa a un universo estimado de 9.827 estudiantes de la región. La encuesta fue autoaplicada en salas de clases, con un alto nivel de cumplimiento en el trabajo de campo, logrando una tasa de logro del 94,7%.

Los resultados son representativos de la región, aunque no permiten desagregar información por comuna. No obstante, aportan datos clave para el diseño de políticas públicas preventivas y para el fortalecimiento de los programas de salud mental escolar, en un contexto donde los factores emocionales y psicosociales tienen un peso creciente en el comportamiento adolescente.