Rompehielos Almirante Viel zarpó a su tercera Comisión Antártica
Con toda la tripulación a bordo a eso de las 9 de la mañana del lunes 24 de marzo, media hora más tarde se realizó la primera sesión informativa para el zarpe en el puesto de mando y a las 10 horas el buque rompehielos Almirante Viel de la Armada de Chie, ya se estaba alejando de las costas de su puerto base, Punta Arenas. Con un viento de 15 nudos y el apoyo en las maniobras del remolcador Conguillío, las operaciones fueron realizadas con éxito y con rumbo firme hacia Puerto Williams y la Antártica.
Un equipo de La Prensa Austral acompaña al rompehielos Viel en una nueva misión hacia el continente blanco, dando cobertura exclusiva a las actividades a bordo y las condiciones de navegación en tiempo real.
Dentro de las principales tareas que realizará el rompehielos en esta tercera comisión hacia el territorio helado estará el cierre de las bases, habiendo terminado la temporada estival. Se prevé que el regreso desde la Antártica será con el buque a tope, dado que será el relevo de gran parte de la dotación que se desempeñó durante esta última temporada. Además, se realizarán faenas de combustible en la Base Arturo Prat.
Las primeras operaciones de zarpe requieren de gran coordinación entre el puesto de mando, la tripulación que trabajaba casi a nivel del mar soltando las espías y el remolcador Conguillío que colaboró con la salida. Como en la mayoría de las maniobras navales, la seguridad es la prioridad y en este caso no hubo mayores inconvenientes en la salida.
La seguridad, una prioridad
La prioridad en la seguridad es una máxima que el comandante del buque, capitán de Navío Juan Pablo Enríquez, refuerza constantemente. Posterior al zarpe, sostuvo por el altoparlante: “Recordar lo que hemos conversado respecto a la consciencia situacional, la importancia de estar concentrados y hacer los briefing de seguridad en todas las maniobras que se realicen, independiente de que ya tenemos harta experiencia. Hay que siempre estar atento a la situación que nos rodea”.
La navegación el resto del día fue tranquila. Cruzamos el paso del Hambre hasta llegar al final de la península de Brünswick para enfilar hacia el canal Magdalena. La isla Capitán Aracena por un lado y Tierra del Fuego por el otro asombraban con sus montes. Previamente se realizó una inducción a los horarios y parámetros de seguridad del buque, especialmente enfocado para los civiles a bordo de la comisión.
A eso de las 17 horas del lunes un manto de niebla comenzó a disipar la vista de los fiordos y alrededor de una hora más tarde, la panorámica general era de una espesa neblina. Se realizó el cambio de guardia en la estación de mando poco antes de finalizar la navegación por el canal Magdalena, para entrar al canal Cockburn. Sin la neblina, a esta altura habría una visual del ventisquero Contramaestre, que los más experimentados pudieron describir pese a la falta de visión.
Según los pronósticos iniciales, siempre cambiantes producto de las condiciones climáticas, la recalada a bahía Fildes no sería después del jueves a las 19 horas.