Joaquín Gutiérrez Muñoz, el joven pianista de Porvenir que deslumbra con su talento a los 14 años
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Toma clases en el Conservatorio de Música de la Umag, que se encuentra de aniversario.
Con 14 años recién cumplidos, Joaquín Andrés Gutiérrez Muñoz ha logrado abrirse paso en el exigente mundo de la música clásica desde una de las zonas más australes del país. El estudiante de octavo básico en el colegio Bernardo O’Higgins de Porvenir y joven pianista ha sorprendido a su entorno por su talento innato, su disciplina que no deja indiferente a nadie.
Su historia comenzó de forma casual, cuando, siendo alumno del colegio Miguel de Cervantes en Punta Arenas, descubrió su afinidad con el piano en las clases de música. Allí, los estudiantes utilizaban teclados eléctricos sencillos, pero algo en él lo hizo destacar. “Las canciones se me daban con un poquito más de facilidad que a los demás”, recuerda Joaquín. Fue ese primer acercamiento el que marcó el inicio de un vínculo profundo con el instrumento.
Durante la pandemia, cuando el país vivía el confinamiento más estricto, Joaquín protagonizó su primera interpretación familiar. Su madre, Andrea Muñoz Barría, recuerda ese momento con cariño. “Nos pidieron participar en un festival virtual desde la escuela, y preparamos una canción llamada Días tristes, muy propia de esos tiempos. Joaquín tocó el piano, su papá, Jimmy Cárdenas Garry, la guitarra, y yo canté. Fue una experiencia para los tres”.
Por iniciativa propia, Joaquín comenzó a estudiar teoría musical de forma autodidacta, a través de videos y tutoriales. “No quería solo aprender canciones. Quería entender lo que estaba haciendo”, explica desde Tierra del Fuego.
Su ingreso al Conservatorio de Música de la Universidad de Magallanes comenzó en Punta Arenas. Tomó clases presenciales una vez por semana con el profesor Víctor Díaz, además de asistir a lecciones teóricas que complementaban su formación. Sin embargo, cuando su familia se trasladó a Porvenir, asistir regularmente se volvió un desafío logístico. Fue entonces cuando, en coordinación con el conservatorio, se implementó un programa especial que le permitiera mantener el ritmo de aprendizaje.
Actualmente, Joaquín viaja una vez al mes a Punta Arenas para recibir clases intensivas, distribuidas en dos jornadas de una hora y media cada una. Esta modalidad le ha permitido seguir avanzando en su proceso formativo, compatibilizando sus estudios escolares, su práctica diaria y la vida familiar. “En la semana yo practicaba 45 minutos, y ahora en dos días practico una hora y media cada día. Lo aprovecho al máximo”, asegura.
Andrea, su madre, subraya que si bien Joaquín tiene una habilidad natural, el secreto ha sido la constancia. “Él dice que no tiene ‘talento’, que todo lo ha logrado porque practica todos los días, porque ama el piano. Pero yo, como mamá, siento que tiene algo especial, algo único”.
A pesar de su corta edad, Joaquín ya ha sido invitado a presentarse en diversas actividades escolares y comunitarias. En su paso por el Jardín Pepita de Oro y el Centro Educacional Piloto Pardo, participó en actividades folclóricas. Más recientemente, ha sido parte de talleres municipales, presentaciones en inglés organizadas por la escuela y actos de finalización de cursos. También ha interpretado piezas para docentes y autoridades locales. “Normalmente me invitan. No son cosas que yo busque, pero si me invitan y quiero hacerlo, claro que lo hago”, cuenta con humildad.
Su repertorio también da cuenta de una madurez musical poco común en adolescentes. Su pieza favorita es el Lyric Waltz de Dmitri Shostakovich, una obra contenida en el Jazz Suite N°2 del compositor ruso. “Aunque diga Jazz, no es jazz”, aclara con entusiasmo.
El Conservatorio de Música
El Conservatorio de Música de la Universidad de Magallanes, que el 18 de julio cumple 35 años dedicados a la enseñanza, rescate y proyección de la música y las artes en la región, invita actualmente a nuevos talentos a formar parte de su comunidad. Se imparten clases tanto para personas sin experiencia como para quienes ya tienen conocimientos previos, desde los 5 años de edad, dependiendo del instrumento. Las clases son personalizadas para cada instrumento y teóricas de manera grupal. Los instrumentos y cursos disponibles son: Violín, Piano, Violoncello, Percusión, Guitarra, Bajo eléctrico, Canto, Contrabajo, Clarinete, Flauta traversa, Viola, así como los cursos grupales de Iniciación al Violín, Jazz, Iniciación Orquestal e Iniciación Musical. Las clases para los nuevos alumnos comienzan en abril. Para obtener más información, los interesados pueden visitar las instalaciones en Avenida Bulnes 345.