Devastador terremoto deja más de 150 muertos en Birmania y Tailandia
Es probable que el número de víctimas mortales supere las 10.000, según estimó el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Un devastador terremoto de magnitud 7,7 golpeó este viernes Birmania y Tailandia dejando más de 150 muertos, un balance que se espera que aumente, además de cientos de heridos y decenas de personas atrapadas por el derrumbe de un rascacielos en construcción.
El epicentro del sismo se situó a 16 kilómetros de la ciudad de Sagaing, en Birmania, a una profundidad superficial de 10 km, indicó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), que agregó que es probable que el número de víctimas mortales llegue a superar las 10.000).
El USGS emitió una alerta roja por la estimación de víctimas mortales del seísmo, indicando que “es probable que se produzcan muchas víctimas y grandes daños y que la catástrofe se extienda por todo el país”.
La sacudida, seguida unos minutos después por una réplica de magnitud 6,4, rompió carreteras, que quedaron surcadas por profundas grietas, derrumbó edificios y arrasó el conocido puente Ava.
El nivel de devastación obligó a la junta militar que gobierna con mano dura Birmania a lanzar un inusual pedido de ayuda internacional y a declarar estado de emergencia en seis regiones.
El inusual pedido de ayuda de los militares birmanos es un indicio de la proporción de los daños, en un país donde la infraestructura y el sistema de salud está arrasado por cuatro años de guerra civil.
También en Tailandia
El sismo sacudió con fuerza el norte de Tailandia y también la capital Bangkok, a unos 1.000 kilómetros de distancia del epicentro, y hasta ahora se ha cobrado la vida de nueve personas, según las autoridades.
El gobierno tailandés también decretó estado de emergencia en la capital, donde un edificio en construcción de más de 30 pisos se derrumbó con decenas de obreros en su interior.
El vice primer ministro Phumtham Wechayachai dijo a los periodistas que al menos tres trabajadores murieron y 81 personas están atrapadas en los escombros, un amasijo de hierros y restos de bloques de cemento.
Deutsche Welle