Padre de joven asesinado pide la reposición de la pena de muerte
En Chile la pena de muerte fue abolida en 2002, en el gobierno de Ricardo Lagos. El tema volvió a reinstalarse en la discusión pública luego de que la candidata a la presidencia por Chile Vamos, Evelyn Matthei reabriera el debate por la pena capital, tras el robo con doble homicidio de un matrimonio ocurrido en Graneros.
Tras el reciente homicidio del joven trabajador Leonardo Navarro Barrientos, apuñalado en la esquina de Errázuriz y España, su padre, Rafael Navarro Montiel, abogó porque se reponga la pena de muerte.
Este miércoles el acongojado progenitor hizo uso de la palabra durante el responso oficiado por el sacerdote Luis Rendich, en la Parroquia Nuestra Señora de las Nieves, cuyo templo se repletó de personas que tributaron un sentido adiós a Leonardo.
En conmovidas palabras, el padre expresó que “esto no puede quedar así. Yo les digo que la delincuencia sigue y avanza en todo el país. Puras conversaciones, nada concreto”, criticó.
Todos sabemos, agregó, que calle Errázuriz es complicada. “Disculpen lo que voy a decir: pero un perro no puede andar suelto, deberían instalar una caseta con guardia los fines de semana como en Santiago. Sabemos que mucha gente tiene miedo de transitar por ahí. Yo lo que haría con una persona así, lo confinaría a una isla donde ahí pueda hacer su vida o lo que sabe hacer, a ver si ve o muere”.
Y enseguida añadió: “Yo soy una persona que en la sociedad pago mis impuestos, pero a este tipo de gente lo condenan a 20, 30, 40 años, y además hay que alimentarla, más encima”.
Rafael Navarro planteó que “no soy de izquierda, de centro, de nada. Hay varios candidatos y si Evelyn Matthei sale, ojalá con una ley de pena de muerte, pena de muerte que pague este salvaje que no sirve para nada. Que me perdone Diosito por lo que dije, pero este tipo de gente no tiene remedio. No se va a superar un tiempo dentro de la cárcel. Volverá a delinquir y a hacer sus fechorías. Con esta ley de mano blanda no llegamos a ninguna parte”.
Sobre su hijo fallecido, mencionó que “conversando con sus colegas de trabajo, estaban admirados de sus capacidades. Era un chico que se entregaba por entero a hacer su trabajo y le gustaba. Por eso, muchas gracias por acompañarnos”.
El cortejo fúnebre avanzó por la calle Mirador, que correspondía al domicilio del joven asesinado, para posteriormente avanzar por Avenida Los Generales, donde frente a su exescuela Villa Las Nieves y donde trabaja su madre Ida Barrientos, fue despedido con pañuelos blancos. En Avenida Frei, a la altura del Humedal Tres Puentes, fue despedido por un grupo de transportistas que hicieron sonar sus bocinas como señal de despedida. Sus exequias tuvieron lugar en el Parque Cementerio Cruz de Froward.
Por este homicidio fue detenido, formalizado y enviado a prisión por el delito de homicidio, Jonathan Briones Orellana.