Juez dejó con arresto nocturno a venezolano de 16 años que le disparó en la cabeza a otro menor

Finalmente fue al interior de un domicilio de la calle Augusto Lutz, de la población El Pingüino, donde un adolescente de 16 años de edad, de nacionalidad venezolana, tomó una pistola de aire comprimido y le disparó en la cabeza a otro menor, de la misma edad, dejándolo en riesgo vital.

El episodio ocurrió a las 0,15 horas del viernes, estando en el encuentro el matrimonio dueño de casa, dos hijos, más los protagonistas del incidente.

De acuerdo a las indagaciones de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones, en un momento el imputado tomó una pistola de aire comprimido, con munición metálica, posicionando el cañón en la sien de la víctima y disparó. Le provocó una herida grave en la cabeza, producto de lo cual los dueños de casa solicitaron la presencia del Samu.

Personal paramédico lo trasladó al Servicio de Urgencia del Hospital Clínico, donde fue sometido a una cirugía de urgencia que se extendió por más de cinco horas. Después de esto quedó internado en la Unidad de Cuidados Intensivos en riesgo vital.

El Ministerio Público abrió una investigación en contra del adolescente extranjero por el delito de “homicidio simple frustrado”. Y pidió la internación provisoria en la cárcel juvenil de Río de los Ciervos.

Fueron varios los fundamentos que invocó el fiscal a cargo para dejarlo privado de libertad. Partiendo porque “le puso la pistola en la sien. Fue casi una ejecución. Es una acción macabra. Si el muchacho no es intervenido muere”, advirtió el fiscal Oliver Rammsy.

Además hubo una “ocultación de antecedentes”, porque en vez de colaborar los testigos con el esclarecimiento de los hechos intentaron inculpar a otra persona, que nada tenía que ver, desviando la atención de la policía. También hizo la observación de que el incidente ocurriera durante la noche de un día de semana.

Para evitar que dejaran en libertad al adolescente, invocó el “peligro de fuga”, dado que es un ciudadano extranjero que ingresó ilegalmente al territorio nacional.

Por lo mismo señaló llamarle la atención que manifestara que estudia en un liceo de Punta Arenas, siendo que ni siquiera tiene cédula de identidad.

Justificó la internación del menor en la cárcel juvenil para que ayuden a encausarlo y ordenarlo, aduciendo que “no puede pretender en Chile andar a las dos o tres de a mañana disparando a otro. Un hecho muy grave”.

La abogada defensora, Fernanda Martínez, se opuso a la internación de su representado, consiguiendo finalmente que el juez rechazara la pretensión de la Fiscalía.

Dada la eventual pena que en su calidad de menor de edad arriesgaría el imputado, el juez Ricardo Herrera no acogió el encierro y decidió dejarlo con arresto domiciliario nocturno, “para que pueda seguir estudiando”.

Mirándolo de frente le advirtió al imputado que tiene prohibido salir por las noches. “En el día puede asistir al colegio y realizar sus actividades, pero poco antes de las diez de la noche tiene que estar en su domicilio”.