Punta Arenas y equidad urbana
Por años, el sector sur de Punta Arenas ha vivido a la sombra del desarrollo urbano concentrado en la zona norte. A pesar de su evidente potencial −alberga el Parque Humedal María Behety, el complejo deportivo Barrio Sur y una comunidad vibrante− este territorio ha sido históricamente marginado de las decisiones estructurales en materia de planificación y servicios. Hoy, con la iniciativa Zip Sur, se abre una puerta que no debe cerrarse sin resultados concretos.
Las Zonas de Interés Público (Zip), impulsadas por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, son herramientas creadas precisamente para corregir desigualdades territoriales como las que afectan al sur de Punta Arenas. Y aunque el nombre técnico del proyecto pueda pasar desapercibido para la ciudadanía, su impacto potencial es inmenso.
El diagnóstico participativo realizado entre octubre y enero reveló una realidad conocida, pero postergada: el 87% de los residentes debe desplazarse fuera del área por trabajo o estudio, mientras que la mantención de parques y plazas deja mucho que desear. La baja frecuencia en el uso de estos espacios públicos no refleja una falta de interés, sino una carencia de infraestructura adecuada, conectividad eficiente y servicios de calidad.
Más allá del dato duro, hay una verdad que salta a la vista: sin planificación integral, sin escuchar a quienes habitan el territorio, y sin comprometer inversiones concretas, el sur de Punta Arenas seguirá en un segundo plano. De ahí el valor del enfoque que se está aplicando en esta Zip: incorporar la voz de los vecinos, organizaciones y actores institucionales en la definición de prioridades y objetivos a largo plazo.
Pero también hay una advertencia que no se puede ignorar. Ya hemos visto antes proyectos bien intencionados que se diluyen entre cambios de administración, falta de voluntad política o burocracia sin fin. Por eso, el desafío ahora es doble, pues se requiere transformar el Plan Maestro en una herramienta vinculante que guíe la inversión pública real, y asegurar que este compromiso se mantenga firme más allá de autoridades y ciclos de gobierno.
En un país que habla tanto de descentralización, la capital de Magallanes no puede seguir excluyendo sectores. Punta Arenas necesita ser protagonista de un desarrollo equitativo y eso parte por reconocer que todas sus zonas, no sólo el tradicional centro urbano, merecen ser considerados en los planes de inversión y tener un futuro planificado.