Almacenera encañonada por delincuente que le pidió plata y huyó, lamentó la inseguridad en que se vive

Ana Calle Casanova es propietaria de un almacén de barrio hace 25 años, y el sábado último vivió una situación que la dejó atemorizada y enrabiada.

El negocio está conectado con la casa, en calle General Salvo. Esa jornada, siendo las doce de la noche con diez minutos, sonó el timbre y fue a ver.

Al otro lado del mesón había un sujeto joven, de 28 a 30 años de edad. Vestía un polerón oscuro. “Cuando le pregunté qué quería, sacó una pistola. Me apuntó y preguntó cuánta plata tienes en la caja”.

La mujer, asustada, corrió a buscar a su marido que estaba al interior de la casa. Este la queda mirando y ella le dice hay un hombre armado en el negocio.

“Llamamos a Carabineros, pero llegaron en unos 20 minutos, cuando el tipo ya había desaparecido. Mi marido lo siguió una cuadra pero el tipo se dio vuelta y también lo apuntó con el arma”.

“Cuando partimos esto era tranquilo. El barrio (Prat) es muy bueno. Pero llegó mucha gente nueva, haciendo desorden, ya no se puede descuidar nada”, relató la comerciante.

“Está muy peligrosa la situación. Ahora es muy inseguro. Nosotros atendemos hasta las 12 de la noche los días de semana; y hasta la una los sábado y domingo. No nos quedamos más tarde porque uno nunca sabe qué puede pasar”.

Detallistas

El actual presidente de la Cámara de Comercio Detallista de Punta Arenas, Juan Vieille, confirmó que la situación, en materia de seguridad, es compleja para sus asociados. “Los comerciantes tenemos un grupo de WhatsApp donde siempre están comentando estas cosas, asociadas a la delincuencia”

Aprovechó de quejarse porque antes los invitaban como gremio a reuniones de seguridad. “Hace mucho que eso no sucede. No nos llamaron nunca más”. Por eso confía que las cosas cambien con la nueva seremi de Seguridad Pública.

Ayer justamente, en Santiago, la Cámara Nacional del Comercio (CNC) dio a conocer los resultados de la Encuesta Victimización del Comercio, que arrojó que durante el segundo semestre de 2024, un 61,5% de los locales ha sido víctima de algún delito.

Se indicó que 6 de cada 10 locales entrevistados por el estudio fueron víctimas de un ilícito, subiendo frente a la medición anterior y por sobre los niveles de prepandemia.
Uno de los puntos preocupantes son los altos niveles de no denuncia (56,2%), al igual que quienes sí denuncian y no obtienen los resultados esperados (76,3%).

Además se señaló que los pequeños comerciantes han tenido que aumentar el gasto en seguridad, llegándose a duplicar en el caso del grupo de “otros minoristas”.

Un 67,1% no confía en la eficacia de la denuncia. Sobre medidas de seguridad en los locales el 89,4% tiene cámaras de vigilancia; el 72,9% opta por mayores protecciones, como rejas exteriores; el 71,8% tiene alarmas.