Manifiesto del librero del sur del sur

Aquí estamos. En el confín del mundo, donde el viento golpea las ventanas con la misma intensidad que las ideas tocan el alma. Somos Leo el Sur: una librería, sí. Pero también un refugio, una trinchera, un lugar sagrado donde la inteligencia natural se celebra y se comparte.

Somos más que un local de venta. Somos una casa abierta, ornamentada con nuestras virtudes y fragilidades, con los títulos que alcanzamos a traer y los que aún soñamos con tener. Cada estante es una promesa. Cada libro, un acto de fe en el ser humano y en su inagotable capacidad de preguntarse por el sentido de las cosas.

Aquí vive Borges, Allende, Lemebel, Galeano, Camus, Beauvoir, Cortázae, Kant, Bolaño, Ampuero, Donoso, Mistral… Aquí dialogan los vivos con los muertos, los poetas con los científicos, los filósofos con los niños. La librería es una suma de inteligencias que no se dan tregua, que se corrigen y se contradicen, que nos invitan a dudar. Y eso es hermoso. Porque la lectura es la forma más íntima y respetuosa de resistir: resistir a la ignorancia, al olvido, al ruido vacío del consumo sin conciencia.

No tenemos todos los libros. Nos encantaría. Pero cada nuevo pedido depende de lo que vendamos hoy. Es un círculo frágil, pero lleno de sentido: comprando un libro no solo compras un objeto, compras tiempo, espacio, conversación. Compras futuro.

Cada libro es una sorpresa. A veces es el libro que no estabas buscando el que termina encontrándote. Regala libros. A tus hijos, a tu pareja, a tu amiga que está triste. Predica junto a nosotros la religión de la lectura: esa en la que el dogma es solo uno -que las personas lean- y el evangelio se escribe a diario, página por página, sin más jerarquía que el deseo de saber más.

Somos pocas las librerías en Punta Arenas. Nos contamos con los dedos de una mano. Pero no somos enemigas. Nos une una complicidad silenciosa: si no lo tenemos, te mandamos a otra. La única competencia válida es atraer más lectores, sumar mentes curiosas, abrir mundos.

Apoya a las librerías. Detrás de cada una hay editores, escritores, ilustradoras, traductores, filósofas. Detrás hay esfuerzo, hay ternura, hay decisiones que se toman con la cabeza y con el corazón. Detrás hay historia, y también hay presente.

Leo el Sur existe porque tú también existes. Y porque leer sigue siendo, contra todo pronóstico, un acto radical.

¡Larga vida a los libros! ¡Larga vida a los lectores! ¡Larga vida a las librerías!